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Proyectan cultivar pepino de mar en Cabo Verde

Jesús Recouso tiene un acuerdo con una empresa de Cabo Verde para poner en marcha su proyecto.
photo_camera Jesús Recouso tiene un acuerdo con una empresa de Cabo Verde para poner en marcha su proyecto.

La viguesa Biottea Seafood ya tiene clientes en China

nnn A simple vista parece un gusano grande, cuando llega a adulto mide entre 25 y 30 centímetros de largo y 5 a 6 de ancho, pero la carne del pepino de mar, parecida a la de la navaja, es muy apreciada en las cocinas asiáticas. Un empresario vigués tiene en marcha un proyecto en Cabo Verde para comercializar esta especie.
Biottea Seafood, con Jesús Recouso al frente, ha llegado a un acuerdo con una empresa de Cabo Verde, que negocia en este momento con el Gobierno de ese país la apertura de la veda de la especie. La firma caboverdiana se encargaría de la captura del pepino de mar y su elaboración, mientras que la viguesa tendría encomendada la reproducción de la especie en cautividad para repoblar y la comercialización en Asia del producto. De hecho Biottea ya tiene clientes en China dispuestos a comprar el producto.
En Cabo Verde estaba prohibida la captura del pepino de mar desde hace dos años, después de una oleada de muertes entre furtivos y la localización de trabajo infantil, sin embargo la prohibición ha empeorado el problema y ahora el país trata de regularlo mediante licencias.
El pepino de mar vive en zonas rocosas o de fango y a poca profundidad. Para su captura se desplaza a la zona un barco con buzos que bajan a recoger a mano la especie. La inmersión se realiza a pulmón, es decir, sin ayuda de oxígeno, y se recoge pieza a pieza. En España existen en la zona de Levante y se llaman espardeñas.
El 90% de la demanda se centra en Asia, especialmente en Hong Kong, y los principales productores están en Islandia, EE UU, Rusia, Canadá y en menor cantidad Latinoamérica y Japón.
Jesús Recouso, que estudió Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Vigo, explica que la idea nace en un programa de formación en el Campus del Mar. Allí se reunieron estudiantes de distintas carreras y nació la idea en colaboración con unos biólogos. En enero de 2014 constituyeron la empresa, empezaron a intermediar con otros países y consiguiendo sus primeros clientes en China.
“El proyecto se había planteado para España pero resultó imposible”. Así que empezaron a hacer de intermediarios, “enviamos muestras a China de Filipinas y Taiwan intentando hacer de intermediarios, pero la idea era ser productores. Los directivos de la empresa de Cabo Verde nos vieron en una revista y contactaron conmigo porque estaban interesados en desarrollar el proyecto en su país”, señala Recouso.
Ahora busca inversores para su parte del proyecto, la acuícola y está en conversaciones con empresarios chinos “porque les interesa invertir en el origen del producto, porque conocen el mercado y son los que lo consumen”, precisa. n

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