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Navantia Ferrol podrá construir buques civiles a partir de 2015

Una de las numerosas protestas desarrolladas por los trabajadores del astillero gallego.
photo_camera Una de las numerosas protestas desarrolladas por los trabajadores del astillero gallego.

Bruselas confirmó ayer el fin del veto que pesa sobre el astillero público desde hace 30 años

 El fin del veto a la construcción civil en Navantia Ferrol ya tiene fecha, el próximo mes de enero, tal y confirmó ayer el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia. "El 1 de enero de 2015 expiran los compromisos de España, entre los que se cuenta la limitación de las ventas civiles de Navantia hasta un máximo del 20% de las ventas totales como media móvil de tres años, durante un periodo de 10 años", como fue establecido en una decisión sobre  la antigua Izar, predecesor de Navantia, indicó Almunia en respuesta a la europarlamentaria de Alternativa Galega de Esquerda (AGE) Lidia Senra. 
AGE señaló que esta respuesta es "clarísima", por lo que advirtió que "ya no hay ninguna excusa" antes de instar a la Xunta, al Gobierno central y a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) a "asumir sus responsabilidades y buscar desde ya" carga de trabajo para el astillero de Ferrolterra. "El momento es el propicio, puesto que el mercado mundial de la construcción naval está en alza y en Galicia necesitamos urgentemente de puestos de trabajo", indicó el grupo.
AGE ha incidido en que la recuperación de la comarca de Ferrolterra "depende de la carga de trabajo" para Navantia y ha subrayado que, si esta se concreta, Galicia "volvería a recuperar uno de sus sectores industriales estratégicos". 
"Hay mucho en juego", ha manifestado, antes de mostrar su deseo de que ahora las administraciones gallega, estatal y la SEPI estén "a la altura de las circunstancias y pongan los derechos de las personas por delante de los intereses del capital".
La Comisión Europea impuso un veto sobre Navantia Ferrol en los años 80, en plena reconversión del sector naval, con el que limitaba la construcción de barcos civiles al 20% de su facturación total lo cual excluía al astillero casi por completo de esta actividad. El veto fue impuesto a raiz de que la CE declaró ilegales unas ayudas estatales que le habían sido concedida al astillero público. Las restricciones a este tipo de construcción se remontan a finales de los años 80 y el último veto fue pactado con el Gobierno de España en 2004.
En la actualidad Navantia Ferrol apenas tiene carga de trabajo  con la construcción de un barco, un flotel para la petrolera mexicana Pemex como el que está haciendo Barreras en Vigo. El comité de empresa lamenta que este trabajo apenas da carga a unas 50 personas de la industria auxiliar. n

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