economía

El metal gallego ya nota el efecto negativo de Portugal

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photo_camera Enrique Mallón, secretario general de Asime, durante la presentación de los resultados del sector.

El número de empresas y de empleados cayó en el año 2016, la facturación solo subió un 1,8%

 La competencia del norte de Portugal ya hace mella en el tejido industrial de Galicia. El sector metalúrgico de la comunidad cerró el año 2016 con unas cifras "que no son buenas", en palabras de su secretario general, Enrique Mallón. Galicia perdió 3.000 empleos y 14 empresas el año pasado en el sector del metal, y su facturación se incrementó solo en un 1,8%, hasta los 11.800 millones de euros.
Sin pelos en la lengua, Mallón vio una relación clara entre la atracción de empresas en el norte de Portugal y el descenso de los datos de Galicia. Consideró como "preocupante" la deslocalización de empresas al Norte de Portugal e hizo un llamamiento para que Galicia dé la batalla por lograr la implantación de nuevas multinacionales. Puso el ejemplo de Tesla y señaló que las grandes empresas se asientan en los territorios atraídos, entre otras cosas, por las "facilidades y ventajas".
Con respecto al Norte de Portugal, el secretario general de Asime señaló tres factores que explicarían la deslocalización: el ahorro salarial de hasta el 30%, el ahorro en el precio del suelo industrial, y el efecto de atracción de la planta de PSA en Mangualde.
Mallón explicó que se puede correr el riesgo de decir que a Portugal se deriva trabajo no cualificado "pero si entramos a analizar las últimas instalaciones, vemos que son tecnológicas", como el centro de ZF para innovación en airbags.
A su juicio, Galicia debe "analizar qué hace Portugal" para lograr la implantación de empresas y tomar medidas para competir con el país vecino. "Si Portugal puede, nosotros también", proclamó, aunque precisó que, si el gobierno luso vulnera la normativa europea de competencia (como sugieren los sindicatos), "hay que hablar ya de una denuncia ante la UE" teniendo en cuenta el precedente del tax lease, si bien dejó claro que habría que ver si el problema es que en realidad en Galicia no se está haciendo el trabajo de atracción que realiza Portugal.
Finalmente, Enrique Mallón volvió a defender el trabajo del llamado Polo Ibérico, pero insistió en que Galicia debe "liderar" ese eje, y no ser una mera "acompañante". "Queremos ser aliados de Portugal o Marruecos, pero siendo Galicia líder, hay que intentar que la facturación y la producción se enraíce en territorio gallego", sentenció.
Enrique Mallón concluyó que el sector metalúrgico gallego, que representa el 21% del PIB en la comunidad, debe seguir teniendo apoyos de la administración pública, e hizo hincapié en la necesidad de "seguir trabajando en formación". "En España se ha dejado de lado la formación en los últimos años, y es un hecho preocupante, porque es un aspecto muy valorado por los inversores", incidió.
También señaló que esta industria se enfrenta a otros retos, como invertir en maquinaria y equipos para ser más competitivos, seguir diversificando su actividad y sus mercados, y sobre todo, tomar medidas, en compañía de las instituciones, para "atraer inversión extranjera".
La automoción facturó unos 8.500 millones de euros y se aumentó la producción de vehículos en un 4,1%. Esta industria, que lidera el ranking de exportaciones (3,2% más), destruyó 350 empleos el año pasado. Subió sus importaciones un 11,9%.

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