Fluidmecánica lleva quince años trabajando para astilleros de Rusia, un mercado que supone el 60% de su negocio
La viguesa Fluidmecánica está inmersa en un proyecto único en el mundo, porque el mayor rompehielos nuclear ruso y mayor del mundo, el “Arctic”, incluirá un equipo de esta empresa, que lleva más de quince años trabajando para Rusia. “Nos conocen y aprecian nuestros productos”, aseguró Francisco Oliver, responsable de ventas.
La empresa construye las máquinas que harán el remolque, un conjunto de tambores accionados por motores eléctricos que lanzan el cabo que va del rompehielos al barco que está en peligro y que es preciso rescatar y será capaz de soportar hasta 500 toneladas. Estos tambores gestionan la fuerza, la velocidad y la distancia entre los dos barcos por medio de un autómata que también prepara la firma viguesa.
experiencia en rompehielos
Los rompehielos son los buques que liberan del hielo a los barcos que se quedan bloqueados. Fluidmecánica ya tiene experiencia en este tipo de maquinaria, que ha instalado en otros rompehielos como el “Nevskaya Zastava”, más pequeño porque es de río y da servicio a San Petersburgo haciendo que el Neva sea navegable cuando arrecia el invierno.
Fluidmecánica se presentó a un concurso público el año pasado y lo ganó, ahora deberá entregar la máquina en septiembre del próximo año, porque el barco deberá estar listo el siguiente ejercicio. “Cuando conseguimos el contrato todavía no había ninguna sanción y ahora que las hay seguimos recibiendo contratos de Rusia”, precisa Oliver.
El equipo técnico de la empresa viguesa ha tenido que trabajar “desde cero porque se trata de un diseño muy innovador”, según Francisco Oliver. No hay que olvidar que “se va a hacer algo único y referente para la navegación polar”, advierte.
La fabricación de la maquinaria se realiza en Vigo y luego el traslado se hará por camión o por barco.
El "Arctic", de propulsión nuclear, se está construyendo en San Petersburgo. Medirá 173 metros de eslora y costará alrededor de 916 millones de euros.
Pero Fluidmecánica ya tiene nuevos contratos con Rusia. Acaba de conseguir la fabricación de un servotimón, pero también hélices y unos equipos para el Instituto Oceanográfico de Ucrania.
La empresa, que pronto cumplirá cuarenta años, empezó a trabajar hace quince en el mercado ruso, que hoy supone el 60% de su facturación. Las puertas se abrieron con un pequeño astillero en San Petersburgo, para el que fabricó un molinete. “Este astillero desde la primera vez nos colocó como suministrador de referencia y le hemos suministrado más de cien equipos en estos quince años”, señala Oliver.
En Rusia, Fluidmecánica trabajan con astilleros y empresas tanto públicas como privadas.
