Establecida en Hispanoamérica desde hace tres años, Laura González Molero nunca ha perdido de vista sus orígenes ourensanos y a este espacio emocional vuelve siempre que puede, aunque a veces solo en los recuerdos.
Licenciada en Farmacia, comenzó una carrera meteórica por las grandes compañías de la industria farmacéutica, hasta recalar el pasado mes de junio en Bayer, como presidenta de la compañía en Hispanoamérica. Ha modulado su formación con la experiencia, pero también con la especialización en diferentes materias y en muchos lugares del mundo. Se ilusiona y contagia ilusión con sus proyectos, un gesto que se destila en cada una de sus opiniones, muy claras, sobre dónde está y lo que quiere hacer. A su modo, intenta hacer patria ourensana en los países que visita. Y lanza el reto: nadie vendrá a solucionar a Ourense los problemas de los ourensanos. Seremos lo que nosotros queremos ser, advierte con sinceridad, pero con un poso de dulzura.
Usted acumula una copiosa experiencia en otras compañías del sector. ¿Cómo le influyen las inercias anteriores y la cultura empresarial de Bayer en su toma de decisiones?
Como es lógico, contar con veinticinco años de experiencia en el sector salud de grandes compañías me aporta gran experiencia, pero es clave entender que cada compañía tiene su propia cultura, que la hace única, y por otro lado, debemos tener muy en cuenta el entorno macroeconómico, regulatorio, político, social, demográfico de cada momento y de cada geografía. Estas son las claves para definir estrategias de éxito adecuadas a su momento, a cada geografía y por supuesto alineadas a la visión y ambición de la compañía. Vivimos en un mundo global que evoluciona muy rápido y por supuesto que la experiencia ayuda muchísimo pero la clave es conocer la cultura de tu compañía, las prioridades, retos y oportunidades y el campo de juego donde tienes que desarrollar la estrategia elegida. Latinoamérica es mi campo de juego y la conozco muy bien desde hace casi tres años y con esa experiencia ligada a la cultura, equipo y portafolio de Bayer, estoy convencida que alcanzaremos grandes éxitos.
¿Qué ha pesado más en su trayectoria empresarial, los retos racionales de los nuevos proyectos o las intuiciones?
Ambas cosas han contribuido muchísimo a mi desarrollo y crecimiento estos años. Cada compañía, cada sector, cada proyecto, si los afrontas con pasión, humildad, flexibilidad y sobre todo ganas de aprender todos los días, te ayuda a crecer y a ser cada día un poco mejor.
¿De qué forma condiciona la gestión de las personas en los resultados de una empresa, sobre todo en culturas como la hispanoamericana?
En todos los lugares del mundo la gestión de las personas es la clave en los resultados de una compañía. No olvidemos que el talento es el activo más importante, costoso y valioso de una empresa, por lo que la gestión eficaz del mismo es determinante en cualquier parte del mundo, pero quizás mucho más en una cultura latinoamericana, donde las personas son muy importantes, son la pieza angular sobre la que descansa la pasión y compromiso en las empresas y negocios. Mi experiencia personal es que en Latinoamérica hay un gran talento y existen grandes equipos muy competitivos y de gran valor como es el de Bayer.
¿Se abona usted a la tesis que se está oyendo por aquí últimamente de que lo peor de la crisis está pasando ya?
Llevo casi tres años fuera de España, por lo que mi opinión es totalmente personal y analizada con una cierta distancia por vivir al otro lado del Atlántico, pero por supuesto sigo a mi querido país muy de cerca. Y mi visión es que sí, pero matizando que el pasado no volverá y que esta crisis ha transformado para siempre muchas cosas, que seguirán cambiando y que necesitan seguir cambiando, evolucionando. España está haciendo reformas, transformaciones y sacrificios muy importantes para asegurar la competitividad y futuro del país, pero como decía antes, deberemos seguir en esta senda. Mi posición personal y que también defiendo ante mi compañía es que vivimos en una crisis continua y debemos aprender a extraer de ella todas las oportunidades y afrontarla con todo el positivismo, entusiasmo, creatividad, pero sobre todo con mucho trabajo, porque será necesario.
¿Qué tipo de crisis es la que afecta a la industria farmacéutica, si es que la tiene?
La industria farmacéutica es un sector que como cualquier otro se ve afectado por el entorno macroeconómico, regulatorio o demográfico. Cuando existen crisis generalizadas y profundas sin duda también afecta al sector farmacéutico y nos obligan como a cualquier otro sector a buscar eficiencias y modelos operativos y organizativos acordes a las nuevas demandas.
¿Llegará un momento en el que en España pagaremos la totalidad o casi la totalidad del coste de los medicamentos?
En España como el resto de los países desarrollados tienen que desarrollar sistemas de salud sostenibles, y el medicamento solo es un elemento del coste global del sistema sanitario. Prefiero no contestar esta pregunta, ya no soy responsable del mercado español y no quiero hacer declaraciones personales que puedan entrar en conflicto con el responsable de mi compañía en España.
¿Vista su trayectoria profesional, se puede decir que la suya es una historia de talento?
Todas las historias y biografías son de talento y debemos recordar que hay muchos tipos de talentos, lo importante en esta vida es descubrir el de uno mismo y ayudarlo a crecer y brillar.
¿Dónde nació su espíritu emprendedor y cómo se forjó?
Sin duda nació en Ourense. Mi familia materna tenía y tiene un fuerte carácter emprendedor que me me ha contagiado y también enamoró desde que era una niña. No hay que olvidar que soy una descendiente de la librería de “La Viuda”.
Cree que la crisis permite aflorar talento emprendedor o corremos el riesgo de fomentar una nueva burbuja?
Las crisis son fuente de oportunidades, de dar rienda suelta a la creatividad y talento emprendedor de un pueblo y en eso nuestro pueblo es especialmente hábil. Solo hay que recordar las grandes empresas gallegas que se han convertido en líderes y referencias mundiales en muchos ámbitos de la economía. Nunca el talento emprendedor fomenta una burbuja. Dichos artefactos del mercado surgen por ambiciones desmedidas e ineficiencias del mercado.
¿Es Galicia, Ourense en particular, una terminal de salida para personas con talento?
Galicia, Ourense, puede ser lo que se proponga, los gallegos somos comprometidos, emprendedores, luchadores… por lo que nuestro futuro depende de nosotros mismos, de nuestra ambición para abrirnos al mundo y hacerlo nuestro.
“Formar talento es invertir"
La experiencia de Laura González Molero dirigiendo empresas punteras en el sector farmacéutico le permite profundizar en aspectos esenciales como la gestión de las personas, los valores de una compañía multinacional y, por supuesto, priorizar los retos que acaba de asumir en Bayer. Pero también analizar con perspectiva la realidad gallega.
¿Es un fracaso formar a personas que se tienen que ir o debemos interpretarlo como las servidumbres de una sociedad globalizada y con gran movilidad?
Formar y desarrollar talento siempre es una inversión hacia la sociedad, hacia nuestra tierra, hacia un mundo más global y los gallegos somos universales, nuestra tradición siempre nos ha llevado a explorar nuevas tierras. La movilidad es una gran oportunidad para desarrollar talento y alcanzar grandes éxitos, y a los gallegos nos viene como anillo al dedo. No lo considero una servidumbre, lo veo como un camino más de nuestra universalidad.
Desde su experiencia, ¿cómo se ve desde la lejanía a la sociedad gallega y ourensana?
Nunca he visto ni veré a la sociedad gallega y ourensana como lejana. La siento muy cercana, porque siempre he seguido en contacto por motivos obviamente familiares, personales y profesionales el contacto con mi amada Galicia. En todas las ciudades donde he tenido la oportunidad de vivir, tanto en España como fuera, siempre he tenido contacto con gallegos, porque somos universales. El networking gallego es uno de los más efectivos del mundo.
¿Existe un lobby gallego en el exterior? ¿Forma usted parte de él?
Sí que existe, como existe la morriña y nuestro profundo amor a nuestra tierra. Da igual el número de años que llevemos fuera, tenemos un vínculo que nos une a todos los gallegos y siempre nos apoyamos de una manera muy generosa y eficiente.
¿Qué supone para usted llegar a la presidencia de Bayer en Latinoamérica? ¿Qué retos se marca para posicionar a la compañía?
Entrar a formar parte de Bayer es un gran reto, poder liderar su división farmacéutica en una región tan dinámica y con tasas de crecimiento de doble dígito es todo un honor, que estoy disfrutando desde el primer día que ingresé en este magnífico grupo. Los retos que me marco son, por un lado, conseguir convertirnos en líderes en todas las áreas en las que competimos. El mercado farmacéutico es muy dinámico, con muchas oportunidades tanto en el mercado de oficina de farmacia como en el institucional o de gobierno. Y mi ambición es conseguir capitalizar todas esas oportunidades para nuestras marcas, símbolo de calidad, compromiso e innovación. Otro gran reto es conseguir que Bayer continúe siendo una compañía reconocida no solo por sus grandes marcas, sino también por su alto compromiso ético con la sociedad, autoridades, empleados y resto de agentes.
¿Qué estrategia está aplicando a la multinacional en sus primeras decisiones desde que se puso al frente de la compañía?
Creo que estoy aplicando la mejor estrategia, la cual me ha dado grandes éxitos en el pasado y sin duda serán mi guía inicial en esta nueva etapa, que es ni más ni menos la de la escucha activa. Es fundamental conocer bien a la compañía, su cultura, sus talentos, su visión, etcétera. No en vano Bayer es una compañía con 150 años de tradición e innovación, por lo que mi primera prioridad es conocerla muy bien y después de la mano del equipo, que es la clave del éxito, definir nuestra hoja de ruta para convertirnos en la mejor región de Bayer.
