La factible salida de Pape al Tottenham y la baja de Guidetti complican las decisiones iniciales de Unzué
Juan Carlos Unzué lleva madurando su idea de equipo desde el pasado 10 de julio, cuando el Celta comenzó su pretemporada. Realmente, desde un mes antes, cuando ya sabía que él y su equipo técnico asumirían el banquillo celeste. Pero, cuando se abre la primera semana con encuentro liguero al fondo, el técnico celeste vive con la incertidumbre que le generan, principalmente, dos factores: el mercado, todavía abierto para las entradas y para las salidas, y las lesiones, concretamente la sufrida ya por John Guidetti, que le mantendrá apartado de los terrenos de juego seis semanas. Son cuestiones que Unzué debe solucionar sobre la marcha y que afectan tanto al diseño de la plantilla como al diseño del once, el segundo más urgente, el primero más importante.
En lo importante, el Tottenham quiere que Pape Cheikh siga creciendo bajo su halo, atractivo en lo deportivo y en lo económico para cualquier futbolista en ciernes. Desde Inglaterra van saliendo a la luz las ofertas que se analizan en Praza de España y "The Guardian" hablaba ayer de cerca de 9 millones de euros (8 millones de libras), una cifra que se antoja escasa para las pretensiones de un club vigués que a principios de este año fijó en 30 millones de euros la cláusula de rescisión del contrato hasta 2021 del canterano.
La salida de Pape, de concretarse, provocaría un vació en el centro del campo, ya que el senegalés es uno de los seis nombres con los que Unzué cuenta para cubrir las tres posiciones de la medular. De hecho, para el técnico pamplonés el canterano es un recambio de garantías como pivote para Nemanja Radoja, pese a que ese puesto le sea un tanto extraño a un jugador acostumbrado a moverse un poco más hacia delante y sin tanta responsabilidad táctica.
La cuestión es que las cualidades de Pape parecen haber convencido a Mauricio Pochettino, técnico de un Tottenham que aspira a todo en el fútbol inglés. El club británico quiere deshacerse de un centrocampista como Moussa Sissoko y ve lejana la posibilidad de traer desde el Everton a Ross Barkley, por quien le piden 33 millones de euros de entrada.
En la plantilla celeste ya hay posibles reemplazos para Pape si se va, ya que dispone de dos centrocampistas como Marcelo Díaz o Álex López. En principio, ninguno de los dos cuenta para Unzué, pero habrá que ver qué sucede si el club se ve obligado a acudir al mercado para buscar un refuerzo inesperado. Además, ni uno ni otro, que negocian su salida de Vigo desde hace semanas, parecen ser del perfil de despliegue físico defensivo que el técnico celeste busca para su pivote.
A corto plazo
En cuanto al caso Guidetti, la situación se vuelve menos determinante porque su ausencia se limitaría, en principio, a seis semanas. De hecho, justo después de producirse su lesión, el propio Unzué ratificó que la llegada del esperado atacante con gol supondría la salida de un futbolista.
Con todo, sí toca de lleno al diseño del primer once liguero, ya que el sueco se había ganado la titularidad durante una pretemporada en la que había mostrado un estado físico nunca conocido en el Celta a estas alturas de curso. Sin él, la opción más clara es Maxi Gómez, el otro céltico que ha ejercido de nueve en los choques de preparación. Pero, por suerte para Unzué, las posibilidades son múltiples, ya que Iago Aspas puede moverse desde la banda a ese puesto y Claudio Beauvue prefiere ciegamente jugar ahí que en banda. Aunque el galo podría ser ese hombre que saldría si llega el fichaje.
