El Mecalia Guardés se impuso con claridad en un derbi en el que hizo valer la calidad y amplitud de su plantilla y aprovechó el infortunio del equipo visitante
El peso de la lógica aplastó ayer al Porriño con más crudeza de la esperada e incluso de la merecida por las pupilas de Abel Estévez. El Guardés está hoy por hoy muy por encima de sus vecinas y rivales en División de Honor. Es mejor en la portería, en defensa, en ataque y sobre todo tiene una plantilla más amplia y poderosa. Pero el Porriño plantó cara al equipo local hasta que las fuerzas le abandonaron. Superó incluso la dolorosa lesión de Cecilia Cacheda poco antes del descanso, un nuevo golpe para un conjunto que ya ha perdido esta temporada a Sandra Costas y Lorena Pérez por sendas lesiones graves de rodilla. El Guardés, liderado por una gran Cristina Maestro en la portería y las espectaculares Naiara Egozkue, Estela Doiro e Isabel Guialo en ataque, tuvo el partido controlado toda la segunda parte, pero no fue hasta el tramo final del encuentro cuando despegó en el marcador ante un adversario al que le costó mantener la intensidad, sobre todo cuando Estévez optó por dar descanso a sus jugadoras más importantes y repartir minutos entre las más jóvenes.
El Porriño apostó por la intensidad para hacer daño a un rival a priori superior y lo consiguió. Contuvo a la gigantesca Liliana Venancio en defensa y supo hacer daño en la parcela rival con su pivote Nekane Terés, que forzó los dos siete metros con los que Anabel Mateo adelantó a las visitantes (0-2).
Dos destellos de calidad y fuerza de la internacional Naiara Egozkue igualaron un partido parejo durante todo el primer tiempo. El Guardés tomó ventaja por primera vez a los diez minutos, guiado desde la primera línea por dos jugadoras de enorme calidad como Nuria Benzal y Estela Doiro, pero el Porriño seguía metido de lleno en el partido.
Cecilia Cacheda y Andrea Dapena asumieron el peso del juego de las visitantes, que aprovecharon su primera superioridad numérica para mantenerse a un gol con un tanto de Nekane Terés en una jugada con doble pivote (8-7).
Posiblemente, la gran diferencia entre Guardés y Porriño esté en sus banquillos, circunstancia agravada desde las lesiones de las dos extremos titulares del equipo de Abel Estévez, obligado a buscar soluciones como el cambio de ubicación de Alba Dapena. Y fue con los primeros cambios del Mecalia cuando el encuentro comenzó a teñirse de color local. Manu Etayo puso en pista a la prometedora central viguesa Anthía Espiñeira, que aportó frescura al juego de su equipo, y a la internacional angoleña Isabel Guialo, cuyos goles resultaron fundamentales para que el Guardés ampliase su renta en el electrónico.
Apoyado también en las paradas de Cristina Maestro, el equipo de A Guarda consiguió una renta de cuatro goles con la que llegó al descanso (15-11) en un momento crucial para el Porriño por la lesión de Cacheda.
Tras la reanudación, con una acertada Soraia Lopes ocupando el lugar de Cecilia junto a Andrea Dapena, el Porriño contuvo al Guardés durante bastantes minutos. Doiro, espectacular, amplió la ventaja hasta los seis goles, pero las visitantes redujeron la renta hasta los cuatro tantos e incluso atacaron para ponerse a tres. Hasta que volvió a aparecer Guialo y Maestro se convirtió en un muro. Apoyada en la excepcional actuación de su portera, el Mecalia empezó a escaparse de manera definitiva en el marcador y, ya con muchos cambios en las filas del Porriño, despegó en los últimos minutos para imponerse por una ventaja exagerada.
Mecalia Atlético Guardés (15+19):
Cristina Maestro, Ana Cerqueira (1), Naiara Egozkue (9), Estela Doiro (7), Inés Hernández, Liliana Venancio (3), Nuria Benzal (2) –siete inicial–, Alesia Kurchankova (1), Isabel Guialo (7), Anthía Espiñeira, Arima López, Juliana Machado (1), Lucía Rodríguez, Teresa Ferreira, Laura Morais (3).
Balonmán Porriño (11+9):
Asunción Sánchez, Cecilia Cacheda (2), Soraia Lopes (4), Andrea Dapena (2), Alba Dapena (3), Sarai Sanmartín (2), Nekane Terés (2) –siete inicial–, Anabel Mateo (2), Orsolya Simon 'Xica' (2), Mónica Mata, Carla Rivas (1), Iris Sanjuán, Sandra López, Gemma Martínez, Nuria Martínez.
Parciales:
1-2, 5-4, 7-6, 9-7, 12-9, 15-11 (descanso), 17-13, 19-14, 20-16, 23-18, 27-19, 34-20.
Árbitros:
Daniel Portela y Martín Rodríguez (gallegos). Excluyeron dos minutos a las locales Inés Hernández, Teresa Ferreira y Ana Cerqueira y a las visitantes Sarai Sanmartiín y Bárbara Cerqueira.
Incidencias:
Partido correspondiente a la duodécima jornada de la División de Honor femenina disputado en el pabellón de A Sangriña, lleno con aproximadamente un millar de espectadores.
