El Ajax cayó de la Liga de Campeones y empezó mal en el torneo doméstico
El Ajax se merece un respeto enorme, pero hoy en día más por su pasado glorioso y su futuro –como corresponde a un club formador como éste– prometedor que por un presente que asuste. Fuera de la Liga de Campeones las dos últimas temporadas en la ronda previa y sin grandes actuaciones en Liga Europa, donde su tope estuvo en los octavos de final, el club holandés de referencia lleva una década sin disputar una eliminatoria de Liga de Campeones –cayó cinco temporadas seguidas en la fase de grupos–.
El equipo que se proclamó campeón de Europa en cuatro ocasiones (71, 72, 73 y 95) sigue en la élite de su país, pero la pasada temporada dejó escapar su trigésimo cuarto título liguero a manos del PSV con una inesperada derrota en la última jornada. Y si el final de la pasada campaña fue malo, el arranque de la actual no está siendo mejor: octava plaza liguera tras tres jornadas (una victoria, un empate y una derrota) y sus rivales directos por el título sumando ya cinco puntos más. Y en Europa, doble eliminatoria previa en Liga de Campeones, pasando justo ante el PAOK (1-1 en la ida en Amsterdam y 1-2 en la vuelta) y cayendo ante el Rostov ruso, con otro 1-1 en casa y un doloroso 4-1 el pasado miércoles en Rusia.
Estos marcadores están complicando la vida de Peter Bosz, su técnico, quien sucede en el cargo al más carismático Frank de Boer. Bosz, curtido en la liga holandesa en equipos como Feyenoord, Heracles o Vitesse, tiene una plantilla de poco más de 23 años de media, con promesas como Davy Klaassen o El Ghazi y que acaba de vender al portero Cillessen al Barça. Se ha reforzado con los colombianos Davison Sánchez y Cassierra y con los cedidos Tim Krul o Betrand Traoré.n
