"Éste era mi tren y lo tenía que coger"

. "Soy un chaval ambicioso", afirma el delantero vigués. Sus palabras en la entrevista concedida ayer a este diario están cargadas de cierta añoranza por lo que deja atrás, pero sobre todo de ilusión ante el reto que tiene por delante. Agradecido al Celta –"lo fue todo para mí los diez últimos años"– y también al Valencia por la confianza que ha mostrado en él al pagar los diez millones de euros que figuraban en su cláusula de rescisión, está convencido de que ha elegido el momento oportuno para abandonar Vigo y pide "respeto" a aquellos aficionados que no han encajado de la mejor manera su decisión.

¿Cómo se siente uno al fichar por un equipo como el Valencia?
Sobre todo, feliz. Estoy muy contento, la verdad.

Ha pasado apenas mes y medio desde el último encuentro de la pasada temporada, en Balaídos contra el Espanyol. ¿Imaginaba entonces que sería también su último partido con el Celta?
No. Cuando me fui de vacaciones no tenía ni idea de lo que iba a pasar. Fue hace apenas dos días cuando me enteré de que las cosas estaban muy avanzadas y la decisión fue inmediata.

Deja el Celta con sólo 19 años. ¿No ha pensado que quizás era demasiado pronto? ¿Está convencido de que era el momento adecuado?
Siempre que hago las cosas estoy convencido de lo que hago. Sé que va a ser difícil jugar, sí, pero hay muchas competiciones. Llego a un club grande y yo soy uno más. En el Celta también empecé sin jugar y luego tuve mis oportunidades para demostrar lo que podía hacer. Aquí, cuando me den la oportunidad, tanto si es al principio, dos partidos después o a mitad de temporada, la voy a aprovechar al máximo. El tren sólo pasa una vez y yo creo que éste era mi tren, que lo tenía que coger. No sé las circunstancias que se van a dar en el futuro, vivo el presente y creo que ésta es la mejor decisión que podía tomar.

Quizás lo más fácil para usted hubiera sido seguir en el Celta, donde ya le conocían, donde ya se había ganado la confianza del entrenador. ¿Su marcha al Valencia es también una muestra de la confianza que tiene en sí mismo, de su voluntad de seguir creciendo?
Siempre he confiado mucho en mí. Mi familia y mis amigos también han confiado mucho en mí y eso ha reforzado mi confianza también. Soy un chaval ambicioso, creo que éste era el momento para salir porque no sé lo que puede pasar en el futuro. Igual sucedía algo malo y las cosas no avanzaban. He dado un paso hacia delante y creo que he tomado la mejor decisión posible.

Compartirá ataque con tres internacionales absolutos con España: Negredo, Rodrigo Moreno y Paco Alcácer. Va a tener que pelear mucho para jugar.
Está claro que voy a tener que pelear mucho, pero en el Celta también había un internacional chileno, un internacional español… También había competencia y al final tuve mis partidos. Aquí sé que hay grandísimos jugadores, pero voy a luchar y a trabajar duro en cada entrenamiento para tener los máximos minutos posibles.

¿Qué piensa uno cuando pagan diez millones de euros por él?
Lo primero que pienso es que tengo que agradecer al Valencia la confianza que ha puesto en mí, que ha demostrado toda la directiva. Quiero trabajar para corresponder a esa confianza que me han dado y dar muchas alegrías a este club.

¿Qué supone para usted tener la posibilidad de jugar la Liga de Campeones?
Todo niño sueña desde pequeño con escuchar el himno de la Champions. Por suerte, el año pasado el Valencia hizo una gran temporada que le dio acceso a la previa de la Liga de Campeones y yo voy a poder estar ahí ayudando a mis compañeros si el míster así lo decide. Inicio una nueva etapa en mi vida y estaré ahí siempre que me necesiten.

En Vigo no deja sólo al Celta, sino también a su familia y a sus amigos. Entiendo que no hay sido una decisión fácil.
Básicamente dejo toda mi vida en Vigo. Todo lo que he vivido lo he vivido allí, nunca había estado fuera ni me había ido a vivir fuera más de un mes. Es una experiencia nueva y la afronto con mucha alegría, aunque también ha habido momentos tristes porque tienes que despedirte de un club que te lo ha dado todo, de unos amigos que siempre han estado ahí cuando las cosas no iban bien en el fútbol, de tu familia y de toda la gente querida. Es complicado, pero a la vez gratificante saber que ellos van a seguir ahí y tú vas a estar en un sitio en el que las cosas pueden avanzar mucho más.

¿Su familia le ha animado a dar el paso?
Mi familia siempre me ha dicho que hiciera lo que yo quisiera. Me decían que si me tenía que quedar en Vigo que me quedara, que no había prisa, y que si me quería ir a Valencia y estaba seguro, que lo hiciera. Yo estaba seguro de que era mi momento y así lo decidí.

¿Qué ha supuesto para usted el Celta?
Para mí el Celta lo fue todo en los últimos diez años. Desde el primer momento que llegué, en alevines, hasta juveniles siempre tuve un trato magnífico en las categorías inferiores. Todo el mundo me ha tratado estupendamente, siempre se han preocupado por mí cuando tenía una lesión. Y en el filial y el primer equipo siempre me han mostrado una confianza y un respeto que nunca olvidaré. Tengo que dar las gracias a los tres entrenadores del primer equipo que han confiado en mí, Paco Herrera, Luis Enrique y Berizzo. Ellos han hecho que yo esté aquí también. Y tengo que agradecer todo lo que el Celta ha hecho por mí. Siempre tendré un recuerdo muy bonito y estaré orgulloso del club donde he crecido futbolísticamente.

En las categorías inferiores del Celta coincidió con una brillante generación de futbolistas, varios de los cuales ya han tenido la ocasión de jugar con el primer equipo, caso de Rubén Blanco, Borja Fernández, David Costas, Samuel Araújo o David Goldar. Ahora se separa de jugadores que son más que compañeros para usted.
Sí, son más que compañeros. Algunos de ellos son grandísimos amigos para mí y sólo tengo palabras de agradecimiento. Son muchos años con ellos, muchas historias vividas desde alevines. Enfados, alegrías, emociones… Todo eso nos ha hecho más fuertes y sólo tengo agradecimiento y cariño hacia toda esa generación. Sé que ellos también van a triunfar porque tienen una calidad enorme.

¿Qué recuerdo tiene de su debut? ¿Qué supuso para usted estrenarse en Primera División con sólo 17 años?
Fue un día especial, un día soñado y único. El día con el que sueña todo niño cuando juega al fútbol en el patio del colegio. Yo por suerte lo pude cumplir a los 17 años y fue un momento único, la verdad.

Meses después marcó en San Mamés su primer gol en Primera, convirtiéndose además en el goleador más joven de la historia del Celta. ¿Qué recuerdo tiene de aquel día?
Fue también algo irrepetible. La sensación de meter un gol en Primera División con 17 años y saber que era uno de los jugadores más jóvenes en conseguirlo fue un orgullo para mí, otra sensación irrepetible que me hizo sentir mucha emoción.

¿Y qué sensación le dejaron los cuatro goles que le hizo al Rayo?
También fue algo emocionante. Soñaba desde pequeño con poder llevarme algún día un balón para casa en Primera División y tuve la suerte de hacer cuatro goles y escuchar a todo el estadio corear mi nombre. Fue algo muy gratificante y muy especial.

Como suele suceder en estos casos, no todos los aficionados saben encajar el adiós de un futbolista importante para el equipo, sobre todo si se trata de un jugador formado en la cantera. ¿Qué le diría a la afición del Celta?
En primer lugar, que algunos deberían tener un poquito más de respeto, sinceramente. Sé que es una decisión que igual no le gusta a todo el mundo, pero siempre he dicho que yo lo he dado todo por la camiseta del Celta. Siempre que he salido a jugar lo he dado todo y no se me puede reprochar ni un segundo de mi actitud en el Celta. Algunos pueden estar molestos y comentar cosas, pero siempre tendrían que hacerlo desde el respeto. A la otra parte de la afición, quiero agradecerle todos los comentarios de ánimo, las palabras de quienes me han deseado que me vaya bien. Yo también espero que al Celta le vaya muy bien esta temporada, les estaré siguiendo y siempre le agradeceré a mis compañeros el trato que me han dado.n