Apenas un par de días le bastaron a Lucas Alcaraz para dejar su impronta en el Levante, un equipo que se negó a jugar ayer en Balaídos y se limitó a esperar en su propio campo algún error de bulto del Celta.
El equipo vigués, con sorpresas en el once, se tuvo que armar de paciencia para desarmar el entramado defensivo de los valencianos, que ni si quiera yendo por detrás en el marcador se animaron a atacar la portería de Sergio. El partido no fue del todo plácido por la incertidumbre en el marcador y los de Berizzo no sentenciaron hasta que la lesión de Rodas dejó al rival malherido.
Once con sorpresas
Durante toda la semana se especuló con el posible sustituto del sancionado Orellana. Pablo Hernández y Santi Mina estaban en las quinielas y al final los dos salieron de inicio. El internacional chileno dejó en el banquillo a Álex López, mientras que Jonny fue también titular en lugar de Planas, con problemas físicos en los últimos días.
Posesión celeste
El Celta se hizo con el balón desde el pitido inicial y ya no lo soltó, ayudado por un Levante que no quería la pelota para nada. Los vigueses jugaron con mucha comodidad ante un rival que ni siquiera presionaba la salida de balón, al menos no con convicción, y que se atrincheró delante del portero vigués Diego Mariño. En los primeros minutos, los de Berizzo dispusieron ya de dos ocasiones, un pase atrás de Krohn-Dehli en el área al que no llegó Nolito y una jugada del gaditano que acabó con un disparo alto de Pablo Hernández.
La rendija en el muro
Los célticos se hartaron de tocar el balón, pero poco a poco la eficacia de su juego, cada vez más ralentizado, perdía eficacia. Las ocasiones desaparecieron hasta el minuto 26, cuando Santi Mina y Pablo Hernández encontraron por fin una rendija en el muro levantinista para que Larrivey abriera el marcador en posible fuera de juego.
La vida sigue igual
El tanto celeste no varió un ápice el devenir del partido. El Levante siguió atrincherado junto a su portero y los locales continuaron tocando en busca de la sentencia. La tuvo Larrivey en el minuto 40, pero el argentino cruzó en exceso el disparo ante Mariño tras recibir un buen pase de Nolito.
Amago de Alcaraz
Lucas Alcaraz amagó con cambiar la actitud de su equipo con un doble cambio en el descanso. Xumetra y Víctor Casadesús entraron en el campo por Rubén y Morales, pero nada cambió. La iniciativa continuó siendo de los célticos, con una posesión cada vez más estéril, y los valencianos encontraron por fin su oportunidad en el minuto 70 con un duro disparo de Ivanschitz que repelió el larguero.
Cambios, lesión y sentencia
Berizzo trató de refrescar el equipo dando entrada a Madinda por Santi Mina y a Álex López por Pablo Hernández. Mientras tanto, el Levante agotó sus cambios y en el minuto 80, cuando parecía que se disponía a reaccionar, sufrió la lesión del central Rodas. A partir de ese momento, todo fue más fácil para el Celta. En el 82, Larrivey sentenció al aprovechar un rechace de Mariño tras disparo de Nolito.
De vuelta a Europa
Sin hacer un gran encuentro, el Celta acabó goleando a Levante con un tanto, ya en el minuto 90, de Álex López desde el borde del área. El equipo vigués cerró el partido con la portería a cero por segunda vez esta temporada y se acostó en puestos europeos, sexto con 16 puntos en su casillero. El Levante, por su parte, continúa penúltimo y puede terminar la jornada como colista de Primera División. n
