segunda división b

Derbi de equipos de barrio

Pablo García, del Coruxo, y Brais Pereiro, del Rápido han pasado por los dos equipos; de hecho, ambos coincidieron en O Vao hace dos cursos.
photo_camera Pablo García, del Coruxo, y Brais Pereiro, del Rápido han pasado por los dos equipos; de hecho, ambos coincidieron en O Vao hace dos cursos.

Coruxo y Rápido protagonizarán un partido con muchos jugadores con pasado común 

Es un derbi típico, pero en una categoría atípica. Coruxo y Rápido de Bouzas se miden este domingo por primera vez en la historia en Segunda División B, dando muestra del actual poderío del fútbol vigués, que cuenta con un equipo en Primera y nada menos que tres en la categoría de bronce. Señal, también, del desarrollo que se ha logrado en las canteras de futbolistas de la ciudad y de toda su área metropolitana, en las que se basaron los ascensos y, en buena medida, en donde se están basando los intentos de permanencia.
Esos jugadores, cada uno con su propia historia, han ido desarrollando sus carreras en los equipos de la zona, con salidas a otros conjuntos y retornos propiciados por la actual buena salud de los clubes. Y en ese devenir, no es extraño que hayan prestados sus servicios tanto con la camiseta del Coruxo como con la del Rápido. En tal situación se encuentran, por ejemplo, tres jugadores del conjunto verde como el portero Álex Taboada, el lateral Alberto Campillo y el también lateral Pablo García. Y en el vestuario de enfrente, el portero Brais Pereiro, el mediocentro Iago Pérez y el mediapunta Carlos Pereira. Jugadores, en su mayoría, del área de Vigo acostumbrados a encontrarse en los campos y que pueden pasear el orgullo de haber defendido a dos clubes señeros de la ciudad.
Este domingo, el derbi presenta dos realidades bien distintas. Por un lado, el Coruxo necesita de una victoria reafirmante después de  haber caído a puestos de descenso tras cinco jornadas sin ganar. Bien es cierto que el pasado fin de semana sacó un punto del otro derbi vigués de la temporada, ante el Celta B, pero los pupilos de Rafa Sáez no están viendo transformada su apuesta por el buen juego en puntos. Por el otro lado, el Rápido, que sí cayó ante el Celta B en el otro derbi, llega desbordando optimismo, ya que en su histórica primera campaña en Segunda B está en una más que meritoria sexta plaza tras haber perdido sólo tres encuentros.
En este contexto, ganar un derbi, después de no haberlo hecho ante el filial celeste en el partido que supuso el primer tropiezo del curso para los de Borja Jiménez, anima en el vestuario boucense. "Hay ganas, muchas. Porque además son los dos equipos de barrio de Vigo y hacía muchos años que no se enfrentaban", señala el portero del Rápido, Brais Pereiro, uno de los jugadores que ha estado en los dos bandos. "Pasé cuatro temporadas allí y sólo tengo buenas palabras para el club. De hecho, le deseo la mejor de las suertes, pero siempre a partir del domingo", añade.
Brais resalta el especial ambiente de partidos como el de este domingo, en el pones cara a muchos de los rivales por haber tenido un pasado común en las etapas de formación en la ciudad. "Muchos somos gente que nos conocemos de habernos enfrentado o haber jugado juntos. Muchos, por ejemplo, de las categorías inferiores del Celta. En este tipo de partidos hay muchas amistades", resuelve el guardameta del Rápido.
Por todo ese pasado común, por esa rivalidad entre equipos de barrio de una misma ciudad, por lo que representan los dos equipos, Brais no tiene duda en calificar este derbi como "el partido más bonito de la Liga. Ya sea la ida en el campo de O Vao como la vuelta en el Pujales, serán los encuentros más especiales de la temporada". Todo un aval para que los aficionados de las dos ecuadras se animen a acercarse el domingo por la mañana al terreno de juego playero de los verdes.
Antes de comenzar la temporada, lo normal sería pensar que a este derbi llegaría con más tranquilidad el Coruxo, dada su experiencia en la categoría. Pero su mal arranque se une a la excepcional puesta en escena del Rápido para hacer recaer el cartel de favorito, curiosamente, en los boucenses. Por el rendimiento que le ha sacado a su juego y por su solidez. Con todo, Brais evita cualquier tipo de relajación previa a un partido que espera más que disputado. "Es un tópico, pero en un derbi no hay favorito alguno y no importa nada la clasificación. Y más en Segunda B, una categoría en la que todos los partidos son enormemente competidos", relata.
El guardameta prefiere centrarse en que su equipo mantenga las señas de identidad que le han llevado a haber sumado ya 23 puntos. "Tenemos que seguir igual para alcanzar cuanto antes los 45 o 48 puntos que nos darían la permanencia", remacha.n  

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