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David Cal da su última palada

Cal, como abanderado español en Pekín 2008 y con la portada que este diario dedicó a su oro en Atenas.
photo_camera Cal, como abanderado español en Pekín 2008 y con la portada que este diario dedicó a su oro en Atenas.

La falta de motivación empuja a la retirada al palista cangués, el deportista español con más medallas olímpicas

Fiel a su forma de ser, David Cal dice adiós en silencio, en un segundo plano, sin querer figurar, algo harto complicado para el deportista español con más medallas olímpicas de la historia. Un oro y cuatro platas conquistados a bordo de su canoa entre Atenas 2004 y Londres 2012 que no tendrán continuidad en Río de Janeiro 2016. El palista cangués no competirá en Brasil, donde precisamente preparaba desde el año 2013 la próxima cita olímpica. Así lo confirmó ayer el Comité Olímpico Español (COE) horas después de que el diario "Marca" publicase que Cal, aparentemente sin la motivación necesaria para pelear por una sexta medalla, había tomado la decisión de retirarse de la alta competición.
Falta el anuncio del propio Cal, pero tanto el presidente del COE, el gallego Alejandro Blanco, como el presidente de la Federación Española de Piragüismo, Juan José Román Mangas, dieron por hecho ayer el adiós del palista de Cangas. Hay quien todavía espera que David dé marcha atrás a su decisión, pero el COE ya ha empezado incluso a organizar el homenaje que se le rendirá el próximo 13 de abril y Mangas considera que es una retirada definitiva. "Parece que es una decisión que ha madurado mucho", afirma.
Con apenas 17 años, David Cal (Cangas, 1982) acudió como reserva a los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, pero fue en Atenas donde comenzó a labrar su leyenda. El cangués se plantó en la capital helena como un candidato al podio tras el subcampeonato del mundo en C-1 1.000 que logró en Estados Unidos en 2003. Sin embargo, en esos Juegos de 2004 superó todas las expectativas. Se convirtió en el primer campeón olímpico gallego al superar en una fabulosa final de C-1 1.000 metros  al histórico palista alemán Andreas Dittmer –entonces vigente campeón olímpico y mundial– y además se colgó la medalla de plata en la prueba de C-1 500 metros, donde no pudo con el propio Dittmer.
Con sólo 21 años, David Cal ya tenía dos medallas en unos Juegos. Por delante, siempre de la mano del técnico Suso Morlán, una década de trabajo marcada por los diferentes ciclos olímpicos. Cal se ha subido a lo largo de su carrera a una decena de podios en Europeos y Mundiales, pero destacaba sobre todo en años olímpicos o preolímpicos, cuando tenía que obtener la clasificación para los Juegos de turno. Así, si bien en 2005 repitió medalla de plata en el Campeonato del Mundo, ya sólo volvería a un podio mundialista en 2007 (oro en C-1 500 y bronce en C-1 1.000 en Duisburgo) y 2011 (plata en C-1 1.000 metros en Szeged, Hungría). En ambos casos, justo a tiempo para sacar su billete para Pekín 2008 y Londres 2012, donde daría forma a su leyenda.
David Cal fue el abanderado español en la ceremonia de clausura de los Juegos de Atenas y en China, cuatro años más tarde, tuvo el honor de ser el abanderado en la ceremonia de apertura. De Pekín volvió a salir con dos medallas, en esta ocasión dos platas en C-1 500 y 1.000 metros, que le valieron para igualar a Arantxa Sánchez Vicario y Joan Llaneras como deportistas españoles con más medallas olímpicas. La tenista sumó dos platas y dos bronces en Barcelona 1992 y Atlanta 1996 y el ciclista, dos oros y dos platas entre Sydney 2000, Atenas 2004 y Pekín 2008.
En los Juegos de Londres las pruebas de 500 metros fueron sustituidas por las de 200 en el programa olímpico, una distancia demasiado corta para un Cal que ante el empuje del balear Sete Benavides –fue cuarto en la final londinense de C-1 200– tuvo que centrarse en una única prueba: el C-1 1.000 metros. Y, una vez más, David no falló. Tras una espectacular remontada, cuando todo parecía indicar que se quedaría fuera del podio, el palista cangués sumó una nueva medalla de plata y se convirtió, ahora ya en solitario, en el olímpico español más laureado de la historia.
Con 29 años, Cal tenía cinco medallas olímpicas y otras diez en Europeos y Mundiales. Un palmarés de ensueño después de toda una vida dando paladas. Ya entonces valoró la posibilidad de la retirada, pero después de meditarlo optó por afrontar un nuevo ciclo olímpico, esta vez con Río de Janeiro como destino y un nuevo escenario de entrenamiento. Suso Morlán aceptó una oferta de la Federación de Piragüismo de Brasil para preparar al equipo anfitrión de los Juegos de 2016 y se llevó con él a su pupilo estrella. Cal se mudó en 2013 y pasó de entrenar solo en Pontevedra a las órdenes de Morlán a hacerlo con los mejores palistas de Brasil, entre ellos el campeón del mundo Isaquias Queiroz, que a sus 21 años recién cumplidos es la gran esperanza del piragüismo brasileño de cara a sus Juegos. David Cal esperaba encontrar allende el Atlántico la motivación que aquí le empezaba a faltar, pero no ha sido así. Ahora, deja de ser piragüista para convertirse en leyenda.n

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