El Celta y el Concello ya se han puesto manos a la obra para reparar en la medida de lo posible los desperfectos que sufre Balaídos y que, sin ir más lejos, obligaron a reubicar a un grupo de aficionados en el partido del viernes pasado contra el Numancia después de que se desprendieran varios cascotes de la grada de Río Alto, cayendo sobre Río Bajo.
En la mañana de ayer, el concejal de Deportes, Manel Fernández, acudió al estadio vigués acompañado de técnicos de su propio departamento y del área de Urbanismo, así como de representantes del club vigués. Ahora, toca esperar a la redacción del informe técnico a partir del cual se tomarán las 'medidas oportunas', según explicó ayer el Concello a través de un comunicado. En el Celta, son optimistas y esperan que próximamente se realicen mejoras en la castigada estructura del coliseo olívico.
El club vigués lleva varios meses reclamando al Concello reparaciones en varias zonas del estadio, pero el Gobierno que encabeza Abel Caballero ha hecho caso omiso hasta que el asunto ha llegado a la luz pública. No obstante, el grupo socialista se resiste a considerar como un cometido propio los arreglos que hay que realizar en Balaídos. Así, en el comunicado en el que ayer informó sobre la visita de Manel Fernández y los técnicos, el Gobierno municipal asegura que sus emisarios estuvieron 'acompañados por representantes del Celta, responsable del mantenimiento de las instalaciones'.
CONVENIO RENOVADO EN 2009
Las dudas sobre las obligaciones de una y otra parte surgen del convenio prorrogado hasta 2034 por el Celta y el Concello en 2009, con el PSOE y el BNG compartiendo Gobierno. El acuerdo a través del cual el ente público cede al club el uso de las instalaciones de Balaídos, Barreiro y A Madroa establece que el mantenimiento del terreno de juego correrá a cargo del Consistorio, responsable también de las obras de 'gran mantenimiento' o estructurales. El texto parece claro en este sentido, pero en el Concello existen dudas sobre si es de su competencia remediar, por ejemplo, la caída de trozos de hormigón del estadio vigués o los daños existentes en la cubierta, rota a la altura de Río Alto.
Mientras tanto, los responsables del Celta rehusan hacer declaraciones en este sentido, puesto que consideran que se trata de un asunto que consideran de exclusiva competencia municipal.
El club vigués lleva varios meses reclamando al Concello reparaciones en varias zonas del estadio, pero el Gobierno que encabeza Abel Caballero ha hecho caso omiso hasta que el asunto ha llegado a la luz pública. No obstante, el grupo socialista se resiste a considerar como un cometido propio los arreglos que hay que realizar en Balaídos. Así, en el comunicado en el que ayer informó sobre la visita de Manel Fernández y los técnicos, el Gobierno municipal asegura que sus emisarios estuvieron 'acompañados por representantes del Celta, responsable del mantenimiento de las instalaciones'.
CONVENIO RENOVADO EN 2009
Las dudas sobre las obligaciones de una y otra parte surgen del convenio prorrogado hasta 2034 por el Celta y el Concello en 2009, con el PSOE y el BNG compartiendo Gobierno. El acuerdo a través del cual el ente público cede al club el uso de las instalaciones de Balaídos, Barreiro y A Madroa establece que el mantenimiento del terreno de juego correrá a cargo del Consistorio, responsable también de las obras de 'gran mantenimiento' o estructurales. El texto parece claro en este sentido, pero en el Concello existen dudas sobre si es de su competencia remediar, por ejemplo, la caída de trozos de hormigón del estadio vigués o los daños existentes en la cubierta, rota a la altura de Río Alto.
Mientras tanto, los responsables del Celta rehusan hacer declaraciones en este sentido, puesto que consideran que se trata de un asunto que consideran de exclusiva competencia municipal.
