Cuatro jugadores y todo el cuerpo técnico nacieron en Argentina y aportan su "carácter" al vestuario celeste
Tener un argentino en un equipo –ya sea de fútbol, ya sea de petanca– siempre insufla un aire competitivo al grupo. El carácter de los oriundos de Argentina, o al menos de los que cruzan el charco Atlántico, parece conducirlos hacia el liderazgo de los vestuarios por actitud y por entrega, tanto desde el puesto de jugador como de entrenador.
Los ejemplos en el fútbol español y en el Celta en los últimos años son numerosos. Pero en el equipo vigués no se había dado tal aglomeración de argentinos como la actual, ya que a los dos futbolistas que ya estaban la campaña pasada y todavía siguen, Gustavo Cabral y Augusto Fernández, se han unido otros tantos jugadores con la llegada de Joaquín Larrivey y Pablo Hernández –nacido en Argentina aunque con doble nacionalidad que le permite jugar en la selección chilena– convirtiendo al país suramericano, con mucho, en el segundo más representado de la plantilla tras España.
Pero el empujón definitivo al acento argentino de este Celta se lo ha puesto el cuerpo técnico. Y no sólo por la presencia de Eduardo Berizzo –otrora uno de esos jugadores que imprimió carácter argentino en el Celta– sino porque la totalidad de sus cuatro ayudantes proceden también de Argentina: Gustavo Onaindía, Carlos Kisluk, Pablo Fernández y Eduardo Marcucci.
En el global, nueve argentinos para este nuevo Celta. Uno de ellos, Joaquín Larrivey, le resta importancia al dato y valora, sobre todo, el hermanamiento que existe en el vestuario más allá de las nacionalidades: "No hay tantas diferencias. De hecho, con los españoles tenemos muchísimas cosas en común. Es un grupo espectacular, con gente de todos lados. Se ha formado un grupo de trabajo y humano muy bueno".
En el aspecto personal, el delantero se muestra feliz por haber llegado al equipo vigués este verano. "Cada día que pasa estoy más contento acá. Habituándome un poco a la ciudad y al club", señala. Y si a alguien le sorprende su rápida adaptación, él responde reseñando que "al ser un equipo ya armado y haber habido pocos cambios es más fácil adaptarse. Es virtud de la gente que estuvo el año pasado. Voy encajando bien, y espero poco a poco ir sumando".
Por su parte, Gustavo Cabral, que cumple su tercer año en Vigo, se felicita por la llegada de compatriotas este verano. "Tenemos muchos argentinos, con todo el cuerpo técnico. Nos llevamos bien todos. Larrivey y el Tucu son unos chicos bárbaros y se han acoplado muy bien", apunta.
El central celeste considera que esta conjunción de argentinos en el vestuario celeste "puede ser que le dé un poco más de carácter, por esa característica de los argentinos de ser aguerridos, de querer ganar siempre. Ojalá todo eso se pueda contagiar al grupo y nos venga bien".
Nada más retornar a Vigo, Augusto Fernández se encontró en el vestuario con Pablo Hernández, dado que el equipo todavía estaba concentrado en Inglaterra. Y en ese primer día, el 'Negro' –Augusto– y el 'Tucu' –Hernández– ya planearon poder realizar algún encuentro con el 'Sargento' –Cabral– y el 'Bati' –Larrivey–.
También existe camaradería, pero a otro nivel, con el cuerpo técnico. Dentro de la discreción marcada como pauta de actuación por Berizzo –el 'Toto'–, todos sus ayudantes se muestran muy activos en el día a día, con el preparador físico, Pablo Fernández –el 'Profe'– al mando de las operaciones en la dura pretemporada en lo físico, "muy al estilo de Argentina", resaltan los jugadores. Larrivey confía en que el nuevo técnico tenga fortuna en el Celta: "Berizzo ha demostrado su valía en otras ligas y por el bien de todos le deseamos lo mejor para que siga demostrando su calidad de entrenador en España". Qué lindo.n
