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Paco, escritor a los 98

Paco Sabucedo, en su mesa, con el ordenador de sus rutinas, en Vigo.
photo_camera Paco Sabucedo, en su mesa, con el ordenador de sus rutinas, en Vigo.

"Las aventuras del abuelo Paco" son las vidas de Francisco Sabucedo (Castrelo de Miño, 1920). Las escribe dos años antes de cumplir un siglo para que su descendencia y el lector admire la tecnología como él

Escritor a los 98 años. Cuatrocientas páginas tienen las "Vivencias del Abuelo Paco. Corregidas y aumentadas" (editorial Caligrama). Las tecleó Francisco Sabucedo (Castrelo de Miño, 1920) en un ordenador que iban a jubilar. Paco. A él sí que ni Dios le jubila. "Yo no puedo estar quieto", se ríe al otro lado del teléfono. Vive en Vigo. Por detrás, su hija Loli le "obliga" a sentarse: "Papá, mira que a lo mejor vas a tener que hablar media hora". A Paco le importa poco. "Ya están queriendo que me siente. Yo me quedo aquí. Cuéntame", me suelta el hombre. Y me contó todo el libro. 
Los siete años en la Guerra Civil, la época de administrativo en Hacienda como responsable de las cédulas de identificación del Ayuntamiento de Lavadores, toda una vida dedicada a los seguros y la familia. Mujer, tres hijos, seis nietos y un bisnieto. A la primera le dedica la contraportada: "A la paciencia que ha tenido mi esposa por las horas que le resté para dedicarme a escribir, con el nuevo y firme propósito de realizar este libro sobre mis propias vivencias para dedicárselo a todos los míos. ¿Les servirá de algo?", se pregunta el hombre. También a su nieta Sonia y a su madre, por sus ganas de conocer la biografía del escritor de 98 años.

Nieto y abuelo. Quién es quién
Antes de la llamada con Paco Sabucedo me telefoneo con su nieto Miguel, que vive en Lituania. Él no tiene WhatsApp. Con el abuelo Paco habla por Skype a menudo. Paco defiende más tarde las nuevas tecnologías. Con admiración. Dos generaciones contrastadas en las que el quién es quién es sorprendente para los tiempos que corren, pero el libro salió adelante gracias a los dos. Un "anda, trae eso abuelo". Y a la editorial directo se llevó el libro. 
"Lo que me parece increíble es que alguien a su edad tenga la valentía, coraje y energía suficiente como para enfrascarse en tan ardua tarea. Estamos todos muy orgullosos de él. Simplemente porque no conocemos a nadie que tenga tantas ganas de vivir y de comunicar sus experiencias", cuenta Miguel.
Paco explica el motivo: "Si no fuera por mi nieto no hubiera escrito el libro. Un día renovamos los ordenadores en la oficina, iban a tirarlos. Pero yo me metí con ellos. Quería que los jóvenes funcionarios vieran cómo dominaba yo los ordenadores y que, por tanto, ellos también podían hacerlo. '¡Qué hacéis, que no usáis los ordenadores!', les decía yo".
Y en el libro cuenta, básicamente, aventuras del servicio militar. En Teruel, en la batalla de La Muela, perdió a casi todos sus compañeros. Pasó hambre en Guadalajara y se salvó pescando anguilas. Luego volvió a Vigo. Allí dice que fue más gorda: "Yo no tenía ni idea de seguros". Montó la empresa de seguros, a lo que se dedicó toda la vida. En el 98 lo nombraron Colegiado de Honor por el Colegio de Agentes de Seguros de Pontevedra.
"Ahora estoy viviendo mi otra vida. Son increíbles las cosas que me pasan. Para mí es todo muy nuevo. Admiro las tecnologías", cuenta. Paco sigue escribiendo las vidas que va conociendo a sus 98.  El truco de la longevidad lo anota su hija Loli: chupito de licor café al día. n

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