“Rafael Alonso era probablemente uno de los mejores acuarelistas de Europa; en los 80 fue invitado por la Real Academia de Londres a exponer con artistas ingleses”.
Así Teresa Alonso, la viuda, reivindica el papel del artista en un género pictórico donde se le consideraba un mago y un referente a nivel internacional: “En sus pinturas supera la habitual pincelada larga e introduce técnicas de su propia invención que aportan fuerza y personalidad a sus obras”.
La galería Soho de Vigo cuelga en su sala dos óleos de desnudos y diversas acuarelas, donde la mayoría hace años que no se muestran y en las que hay cuatro obras inéditas, todas propiedad de la familia, tal y como explica Teresa Alonso: “No es una selección de obra, son los cuadros que conservamos mi hijo Miguel y yo; algunos llevaban casi 30 años guardados en una carpeta y se exponen por primera vez”.
Alonso destaca dos piezas en la sala: “Berbés”, una marina con barcos de pesca, por ser uno de los géneros que más desarrollo y “La Siega” (1980), por su valor sentimental: “Es una obra que me acompañó durante años, por lo que me resulta muy entrañable”, apunta.
La última exposición de Rafael Alonso en Vigo se hizo hace un año en la Alcaldía. Entonces se exhibió otras pinturas pertenecientes a Teresa Alonso y a su otro hijo, Gabriel Alonso. Para la historiadora Ana Gándara, el principal mérito de Rafael Alonso (Pontevedra, 1924/ Vigo, 1995) es combinar armónicamente “la línea y el color en la difícil técnica de la acuarela”.
