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Jufu, el más famoso desconocido

Estatuilla de Jufu en el  Museo Egipcio de El Cairo.
photo_camera Estatuilla de Jufu en el Museo Egipcio de El Cairo.

El hombre con el mayor y más antiguo monumento de la historia es un enorme desconocido. Jufu, llamado Keops por los griegos, construyó la enorme pirámide de Guiza y sus contemporáneos lo consideraron un tirano. ¿Quién era en realidad?

JUFU fue el segundo faraón de la Dinastía IV, que gobernó Egipto en un período lejano y relativamente corto, entre 2630 y 2500 antes de Cristo, pero muy importante. Es quizá lo más reconocible de la iconografía egipcia, el momento de la construcción de las grandes pirámides. Ni antes ni después se volverían a erigir unos monumentos en piedra similares. Los padres de Jufu habían sido el rey Sneferu –El Bondadoso- y Hetepheres, quien a pesar de su importancia histórica no fue reina. Hetepheres era hija del faraón Huni, último de la III Dinastía, y sólo su emparejamiento con Sneferu le dio plena legitimidad. Sin embargo, sólo se la denomina Madre del Rey. No obstante, fue honrada con dos pequeñas pirámides satélites, una en Dashur, y otra en Guiza, aunque algunos  arqueólogos, entre ellos el gran y controvertido Zahi Hawass, creen que sólo eran sendos cenotafios y que su auténtica sepultura se encuentra en una cámara aún no hallada en el interior de la Gran Pirámide de su hijo Jufu. De ser cierto, sería uno de los grandes descubrimientos de la arqueología. Y supondría que la Gran Pirámide oculta todavía muchos secretos, incluso la propia tumba de Jufu. No hay que olvidar que la relación del rey con su madre era clave: de ella procedía su derecho al trono.
Poco se sabe del gran Rey. No quedan apenas restos salvo una estatua minúscula y la mayoría de lo que se ha transmitido fue gracias a Herodoto, que visitó Egipto 20 siglos después de la muerte del soberano. Los escribas y sacerdotes insistieron en que la pirámide se había construido en 20 años y que Jufu había tiranizado a su pueblo. 
Nadie le pudo explicar cómo se las habían ingeniado para levantar un monumento tan colosal. Herodoto colocó Guiza como una de las Siete Maravillas y ahí sigue, la única en pie pese a ser la más antigua.
Lo que sí podemos descartar es a los extraterrestres, tan presentes en las teorías absurdas sobre el antiguo Egipto. Hay evidencias de que en en muy poco tiempo lograron dominar el arte de erigir las montañas de piedra. El padre de Jufu, Sneferu, construyó tres. Primero, finalizó una escalonada, el modelo más básico, proyectada para su suegro, Huni. Como no quedó contento, ordenó levantar otra, más al Norte, llamada la Pirámide romboidal por su estructura con dos ángulos. Tampoco le gustó y exigió una tercera, la Roja, idéntica aunque más pequeña a las que vendrían a continuación. Jufu tomó el modelo de Sneferu y amplió sus límites. Su pirámide tenía nombre: Ajet Jufu, el Horizonte de Keops, y no hay ninguna evidencia de que el faraón hubiera sido sepultado en su interior. Hay, es cierto, un sarcófago de piedra que fue colocado antes de finalizar la cámara, pero nada más. Lo más probable es que la tumba hubiera sido violada y con ello la propia momia de Jufu. O quizá exista, como dice Hawass, una cámara oculta esperando... Su legado fue enorme. Su hijo Dyedfe-Re fue el primero en acepta el culto solar, uniendo su nombre a la Luz Divina, el Dios Re (o Ra) lo que también harían sus sucesores. Dyedfe-Re acabó mal, quizá asesinado, y su pirámide incompleta. Su hermano, Jef-Re (Kefren) le sucedería. Y a éste siguió el nieto de Jufu, Menkau-Re (Micerinos).n

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