Mozart, La Flauta Mágica -con sus connotaciones masónicas evidentes- y el Teatro Negro de Praga dejan como resultado un montaje excepcional que hoy se podrá ver en el García Barbón, un teatro también excepcional.
Así lo cree Pavel Marek, el director del Teatro Negro Nacional de Praga, quien además se expresa en un español excelente. Y considera que el García Barbón (hoy 20,30 horas, entradas en Ataquilla) es un teatro notable, de primera categoría "entre los mejores, muy conocido en todas partes, estamos muy cómodos para actuar en Vigo", señaló al presentar el montaje, que casi supone el estreno absoluto. Hace unos días pasaron por Talavera, en La Mancha, y tras actuar en Vigo continuarán con una gira por buena parte de España.
La Flauta Mágica es una ópera muy especial, compuesta por Mozart en los últimos días de su vida, cuando estaba enfrascado con el "Requiem" que le llevó a la tumba. Amadeus, probablemente el mayor y mejor compositor de la historia, era masón y algunas claves de las logias se recogen en la obra, que en centroeuropa goza de una enorme popularidad, sobre todo el aria de "La reina de la noche" y las historia del ave "Papageno".
Bajo la dirección de Pavel Marek, "La flauta mágica" tiene otra visión y de hecho no se plantea como una ópera sino como "aspectos" sobre "La flauta mágica" en un espectáculo familiar no verbal y con luz negra, concebido como una adaptación libre, donde primarán la magia del propio teatro checo -los clásicos objetos voladores- y el ballet. Para la comprensión habrá una voz en "off" en castellano que explicará lo que va a ocurrir y que la pondrá Luis Grandío, actor de doblaje. Marek insistió en que las técnicas de escenografía del Teatro Negro de Praga permiten representar esta obra dramática de forma sencilla de entender manteniendo un enorme atractivo para llevarla a escena ante una gran variedad de público. Los preparativos no fueron fáciles y se prolongaron durante meses. La duración es más reducida: 45 minutos, descanso y otros 45 minutos. Como un partido: de hecho, la función competirá con el final del encuentro del Celta en Rusia.
El argumento de la propuesta del Teatro Negro Nacional de Praga se centra en la figura de Mozart, quien cobra vida en el personaje del príncipe Tamino, de "La flauta mágica". Al ser perseguido por una serpiente, el infante se interna en los dominios de la Reina de la Noche (un personaje ambiguo, reconoce Marek), quien se aparece enseñándole un retrato de su hija Pamina, secuestrada por el malvado Sarastro. Tamino se enamora perdidamente al ver la imagen de la joven, y la soberana promete cederle la mano de su hija si consigue rescatarla. Tamino junto con Papageno, hombre-pájaro, se adentra en territorio de Sarastro, pero se da cuenta de que el mal lo encarna realmente la Reina y no Sarastro. Todo ello con danza, acrobacias, pantomima y música, combinado con efectos de luz y magia. n
