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El restaurante del Náutico de Panxón, en la cuerda floja

Las instalaciones albergaban cuando se fundaron un club social pero con los años fueron variando la oferta.
photo_camera Las instalaciones albergaban cuando se fundaron un club social pero con los años fueron variando la oferta.

La Policía Local impidió la celebración de un concierto programado para la noche del sábado 

Las relaciones entre el Náutico de Panxón y el Concello de Nigrán se recrudecen a pasos agigantados después de que varios agentes de la Policía Local suspendiesen la actuación programada en las instalaciones marítimas. En concreto se trata del concierto del conocido grupo musical Cómplices, que en un principio iba a actuar en la noche de ayer pero que finalmente no llegaron a subirse al escenario. El trágico desenlace podría responder a un informe realizado en 2013 por técnicos municipales en el que refleja que la explotación de las instalaciones sólo permite actividades náutico portuarias dejando fuera las relativas a hostelería.
Los hechos fueron confirmados por María Monsonís, integrante del dúo musical de los años 80, que explicó que en el último momento y después de llegar a Vigo recibieron una llamada de los actuales responsables del área de hostelería explicándoles la situación. “En toda nuestra trayectoria jamás se nos presentó un problema de este tipo” explicó. Aclaró que el cambio de última hora les trastocó por completo su programa de trabajo puesto que se encontraban en Madrid llevando a cabo sesiones de grabación. Aun así destacó que la peor parte se la llevó su equipo técnico ya que el responsable de sonido se acercó al municipio miñorano expresamente para desempeñar su función “dejando de lado otros compromisos”.
Monsonís añadió que tras mantener una conversación con los actuales encargados en el náutico nigranés, le explicaron que de celebrar el concierto las instalaciones serían acordonadas por agentes de la policía municipal y de la Guardia Civil con lo que se vieron en la obligación de “acatar las normas”.
Se trata de una situación un tanto ambigua puesto que pertenece a Puertos y éste es autosuficiente, pero si se incorpora una nueva actividad en las instalaciones que no se contempla en su plan de usos, los responsables tendrían que obtener la correspondiente licencia en el ayuntamiento, siempre y cuando sea posible. Lo que sí es constatable son las numerosas denuncias interpuestas por los vecinos de las instalaciones debido a los ruidos que ocasionan las actividades nocturnas en el lugar.
Pese a que el hermetismo mantenido por parte de los actuales arrendatarios de las instalaciones marítimas es total, todo apunta a que se trata de un conflicto de intereses con los anteriores gestores a los que el pasado mes de mayo se les rescindió el contrato de explotación presumiblemente por una deuda contraída con la directiva de la entidad. 
Las versiones se contradicen puesto que los cesados explicaron mediante un comunicado publicado través de una red social que el motivo por el que se les impidió la actividad responde a la carencia de la licencia de actividad correspondiente, y que en los próximos días se hará firme la orden de cierre de la zona de hostelería del club. Además aclararon que la supuesta deuda mencionada no es cierta y que las tensiones con la directiva comenzaron desde el momento en el que les empezaron a llegar denuncias por no tener permiso y en el momento que solicitaron una aclaración, éstos acabaron por rescindirles el contrato. 

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