La bodega de O Rosal que creó y dirige el vigués Carlos Gómez Davila ha conseguido que su albariño Valmiñor -idéntico nombre que la empresa- sea designado el mejor blanco del mundo en una prestigiosa cata a ciegas.
El Valmiñor 2015 logró un doble premio en el certamen internacional Gold Star Awards 2016, en Irlanda, tras catas ciegas por el jurado: oficialmente es el mejor vino blanco de menos de 20 euros de Europa y el mejor vino blanco del mundo.
Carlos Gomez Davila es el propietario y director general de Valmiñor (Rías Baixas) y de Ebano (Ribera del Duero). Es economista y lleva trabajando en el sector del vino en Galicia desde el año 1990. Estableció Valmiñor en el año 1997 y en el 2001 construyó y se trasladó a las actuales instalaciones de la bodega en Tabagón (O Rosal).
La bodega es de 1997, ¿es mucho éxito en tan poco tiempo?
Realmente no fue hasta 2001 cuando el proyecto comenzó a coger fuerza. Para el mundo del vino es poco tiempo, pero hubo esfuerzo y trabajo. En el mundo del vino no estamos ni en la pubertad. Y la empresa es familiar del Rosal. Gallega cien por ciento.
¿Exportación, mercado nacional o mercado gallego?
La bodega produce 500.000 botellas pero está preparada para mucho más. Vamos creciendo poco a poco. Ahora ya exportamos el 30% a 29 países y todo lo hicimos desde cero. En Galicia vendemos el 18-20 por ciento.
¿Qué vinos están produciendo?
Tenemos unas gamas amplias, Valmiñor es 100 por cien albariño, del año. Pero luego tenemos Davila, un Rosal de uva Albariño, Treixadura y Loureiro, el típico de la zona, y hacemos el Davila L100 monovarietal de Loureiro, a 19,99. Hacemos 4.000 botellas. Parker (el número 1 mundial de catas) le dio 93 puntos. Tenemos también Davila M100, de Loureiro, Caiño y Albariño, en roble francés. Recuperamos esa tradición pero con métodos modernos. Ahora estamos para salir al mercado con la cosecha 2011: rompemos los mitos de que hay consumir el blanco a toda velocidad. Y el año pasado comercializamos el Davila C100, tinto, uva castañal 100 por cien, una uva que hemos recuperado, y la verdad es que es un vino diferente con carácter atlántico, equilibrado. La primera cosecha la comercializamos muy rápidos, y creo que va a ser un punto en los tintos Rías Baixas. Va a funcionar, es un vino diferente. Cuando lo probaban sin etiqueta en las catas nadie fue capaz de identificar su origen.
¿Cree que su blanco es el mejor del mundo, como dice el premio?
Para mí es el mejor del mundo sí, está muy bueno. Hay muchos vinos buenos, pero en esta cata a ciegas en Irlanda, gana por debajo de 20 euros y después entre todos los blancos premiados.
¿Cuál es el mérito del enólogo en este éxito?
Cristina Mantilla está con nosotros desde 1991. Es una cuestión de trabajo. Aparte tenemos una bodega en Ribera del Duero. Ahí tenemos Ebano 6, roble, y Ebano crianza. La idea es crecer también ahí.
¿Dónde prevé crecer?
Crecemos todos los años, pero vender en el exterior tiene sus problemas, cada país tiene sus cosas. Estamos afianzados en América o Japón desde que arrancamos, y también México. Vamos poco a poco. Lo hecho en 15 años es tremendo, de ellos ocho en plena crisis. n
