Beatriz López abre hoy el tercer ciclo de conferencias "Pueblos Colombinos de España"
nnn Los mapas, grabados o ilustraciones antiguos narran con gran precisión la historia de Baiona y su castillo. Este valioso material gráfico ha sido recopilado y analizado a lo largo de dos años por la arquitecta orensana afincada en Vigo Beatriz López Otero, quien obtuvo la mayor parte de la documentación en el Archivo General de Simancas y en el Archivo Militar de Madrid. Sus estudio gráfico desde la Arribada hasta el siglo XVIII será presentado hoy (20.00 horas en el salón Monterreal del Parador) en el II Ciclo de Conferencias "Pueblos Colombinos de España".
"La Baiona de Pinzón se encuentra a los pies de la muralla. Lo que vemos hoy es una imagen distorsionada de lo que realmente era la villa cuando desembarcó la carabela Pinta", explica Beatriz. Y es que en el siglo XVI la población de la conocida como 'Villa Vieja' se asentaba al borde de la muralla, donde actualmente se encuentra el parque de La Palma. "Este es quizás uno de los cambios más notables con respecto a la actualidad", subraya Beatriz. Así, fue en el siglo XVII cuando se demolió este emplazamiento para ampliar la fortaleza; ya en el XVIII se atisban los primeros trazos de lo que es hoy el casco viejo de Baiona.
Según ha podido ir comprobando la investigadora en diferentes documentos gráficos, la villa se asienta dentro o fuera de la muralla, o en ambas ubicaciones según el momento específico de la historia. Son las diferentes modificaciones en la muralla las que rigen los cambios en la población. Y es que el sistema defensivo fue destruido y reconstruido en decenas de ocasiones, aprovechandose los mismos materiales para reconstruirse. Curiosamente, edificios oficiales como el palacio del gobernador o el ayuntamiento llegaron a estar localizados intra-muros.
En 1493, cuando el capitán Martín Alonso Pinzón llegó a la playa de Ribeira, sí pudo divisar la Torre del Príncipe y conocer la Casa de Ceta o el Hospital Sancti Spiritus, un edificio que estaba situado en la denominada Villa Vieja y que fue reedificado donde se encuentra actualmente la Biblioteca Municipal (sufrió diferentes reformas) o la iglesia de Santa María, en aquel momento con categoría de colegiata. Al margen de la fortificación, con un trazado semejante, poco más se asemajaba a la realidad actual. Asimismo, solo cuatro años después de su llegada a Baiona, una carta puebla de los Reyes Católicos ordena a los vecinos a instalarse en el interior de la fortaleza para poder estar mejor protegidos ante los constantes ataques de corsarios. De hecho, de esta época es la torre del Reloj, donde una campana que data de 1510 avisaba de los ataques de enemigos. Ni siquiera el convento de la Anunciada (1547) o la Capilla de la Misericordia (1574) eran todavía realidad cuando llegó La Pinta.n
