Emigró muy joven a Madrid donde trabajó como cocinera de la familia de Calvo Sotelo
Acompañada de su hijo mayor, Manolo, del alcalde de A Cañiza, Miguel Domínguez (que le llevó un obsequio en nombre de todos los cañicenses), y rodeada del cariño de sus vecinos de Valeixe y la familia en pleno, Aquilina Fernández Pérez, celebró -llena de felicidad-, su 100 cumpleaños.
Aquilina nació en Ventosela- Sampaio (Ourense), el 29 de mayo de 1915 en el seno de una familia humilde y muy trabajadora, cualidad que ella sin duda heredó y demostró toda su vida. Desde muy jovencita tuvo que labrarse su porvenir y para ello, se trasladó a Madrid donde trabajó como cocinera en la casa de doña Anita, conocida familiar del ex Presidente Calvo Sotelo.
Destacó siempre por ser una excelente cocinera y repostera, y con el paso de, tiempo, años después, volvió a Galicia para regentar en la ciudad de Pontevedra una frutería. Fue entonces cuando conoció a su marido, natural de O Pazo de Valeixe, A Cañiza, que en aquel entonces cumplía el servicio militar. Pronto se casaron y abrieron el bar Castilla frente a la Iglesia de la Peregrina. El matrimonio tuvo 3 hijos varones. y casi 20 años después, decidieron instalarse en el tranquilo lugar de Valeixe, donde su marido se dedicó al trato de ganado mientras Aquilina continuó con lo que mejor sabía hacer: cocinar y hacer pasteles. Su excelente mano para la cocina era conocida en toda la zona y por eso era a ella a quien reclamaban para las bodas y grandes banquetes.
Ahora, Aquilina vive tranquila con su hijo Manuel en O Pazo, rodeada del cariño de su pequeña familia y de los vecinos de Valeixe, que no quisieron dejarla sola en una ocasión tan especial: su 100 cumpleaños.n