La 'zona cero' de los incendios acogió unas jornadas que incluyeron la repoblación del monte con frondosas
Los restos de la borrasca Hugo no pudieron ayer, sábado, con la ilusión de más de un centenar de voluntarios que se dieron cita en la parroquia nigranense de Chandebrito para contribuir con su trabajo a la repoblación de sus montes. La considerada 'zona cero' de la devastadora ola de incendios forestales registrada el pasado mes de noviembre acogía las llamadas Xornadas Medioambientais Manda Carballo, organizadas por la Comunidad de Montes y la Asociación de Veciños “O Castro” y que contó con la colaboración de más de una veintena de instituciones y organismos privados, entre ellos la Deputación de Pontevedra, el sindicato UGT y Abanca.
La jornada, que tendrá su continuación en el tiempo con varias acciones más programadas a lo largo de todo el año, incluyó charlas y talleres, aunque su actividad más importante fue la repoblación de varios montes de la parroquia, donde se replantaron cerca de 3.000 nuevos árboles, esta vez de especies autóctonas, como el 'carballo' (roble) y la 'bidueira' (abedul), con el fin de reemplazar al eucalipto y el pino, cuya madera favorece los grandes incendios .
Así, desde primeras horas de la mañana un grupo de voluntarios
—trabajadores de Abanca y sus familias llegados de toda Galicia— procedieron a plantar 800 ejemplares en el Monte de O Castro, dentro de la segunda fase de la campaña “Unha nova árbore”, que también se desarrollaba ayer en otro monte de Santiago. “El objetivo de este programa es la reforestación y fomentar el cuidado del monte, especialmente entre los niños”, señalaba José Manuel Mourelo, miembro de Responsabilidad Social Coorporativa de Abanca. Estas personas trabajaron bajo un intenso viento gélido en una zona acondicionada por la Comunidad de Montes, a pocos metros del Muíño das Chans, bajo la supervisión del Grupo Naturista Hábitat, cuyos biólogos iban indicando cómo se debía proceder para no dañar el suelo y conseguir que el ejemplar quedase asentado.
Mientras, junto al campo de fútbol, un grupo de gaiteiros daba la bienvenida a las jornadas medioambientales, que fueron inauguradas por la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, con una plantación simbólica, también supervisada por un biólogo y junto a la presencia del alcalde de Nigrán, Juan González. “Los incendios nos arrebataron lo que somos. Nosotros somos monte, que es la vida, el futuro”, dijo Silva, quien también quiso agradecer la lección de valentía y arrojo da la que dieron muestra los vecinos durante los incendios.
El presidente de la Comunidad de Montes y de la asociación de vecinos, Víctor Vidal Otero, que apuntó que aún habrá que esperar años para ver la recuperación del suelo quemado, destacó, en palabras a este diario, que nos encontramos ante un punto de inflexión en cuanto al tratamiento del monte. “Tenemos que volver a verlo no solo como un aporte económico para la parroquia, sino también como un bien, como tradicionalmente lo fue en Galicia”.
Las jornadas celebradas ayer, a las que por la tarde se sumarían los voluntarios de Abanca, contaron además con la presencia de un invitado muy especial: César Cimbrón, presidente del Colegio Arcadia, de Villanueva de la Cañada, en Madrid. Los alumnos de este centro quisieron donar los fondos destinados a acciones sociales a esta actividad de repoblación, impulsada por el colectivo Galicia Medio Ambiental, que realizó una campaña de recaudación de fondos a través del programa “Árbores de Cinza”. “Contamos con el proyecto Arcadia Solidaria, por el cual apadrinamos animales y colaboramos con onegés, pero nos faltaba el ámbito de la naturaleza. Después de los sucesos tan tristes ocurridos en Galicia los alumnos, al ver las noticias en los medios de comunicación, quisieron colaborar. Un video de Galicia Medio Ambiental nos enamoró y nos pusimos en contacto con ellos”, explicó Cimbrón.
La jornada de ayer concluyó con la plantación, por la tarde, de otros 2.500 ejemplares que contribuirán a regenerar los montes de la parroquia de Chandebrito.
