Este año tuvo éxito la campaña de alcohol cero: lleno el sábado por la noche y sin incidentes en la 21 edición de la fiesta
"La cuestión es que esto es una macrofiesta, que son complicadas de gestionar, a la de nada mira lo que ha pasado en Vigo, pero este año funcionó bien la campaña y la gente ya no venía solo al botellón", explicaba ayer el alcalde de Redondela, Javier Bas, haciendo balance del Carnaval de Verano, con un llenazo absoluto y mucho menos alcohol. Destacó que la empresa de transportes constató que los jóvenes venían desde Vigo -la mitad del público- sin las bolsas de otros años, "por ese run-run de que se iba a controlar el alcohol a menores, eso hizo que la gente viniera en otro plan, en ambiente de fiesta, no como otros años". Otro ejemplo: el hospital de campaña montado apenas tuvo que tratar problemas de ingesta de alcohol, aunque hubo otras atenciones como peleas, una señora que se cayó y rompió el brazo, otro una rodilla, pero sin relación con la bebida.
El alcalde redondelano reconoce que se cumplieron los objetivos y que el alcohol de menores no fue un problema. "Colaboraron mucho los hosteleros pidiendo los carnés de identidad, y la policía local y nacional, la autonómica y la seguridad privada funcionaron de maravilla" y todo ello sin bajar la afluencia, incluso al contrario: "La zona del recinto que era sin alcohol estaba petada con lo cual que ese tipo de fiestas genera menos problemas y menos basura por eso lo que apelo es a que más municipios nos sumemos a este tipo de iniciativas y me gustaría que nos juntemos para adoptar medidas para que entre todos sumemos en la misma línea en hábitos saludables para los jóvenes", zanjó Bas. El Carnaval veraniego costó unos 90.000 euros, sobre todo en seguridad, y contó con colaboración con Protección Civil. El resultado es que a las 10 de la mañana ya estaba todo limpio. Se despejó todo en 20 minutos, desde las 7 de la mañana. Suma ya 21 ediciones y ya tiene competencia, en Bueu, y en las mismas fechas.
