CEIP de Laredo: un océano de creatividad
Botellas de plástico, tapones, cartón, cuerdas y otros materiales reciclados para un universo marino
Los alumnos del Laredo participan en la actividad de reciclaje con su proyecto Amaromar. Actividad que se incluye en el concurso de reciclaje que organiza Atlántico y FCC Medio Ambiente dentro del programa Vida Sostenible. En el taller, propiciado por esta iniciativa de FCC Medio Ambiente, los niños no solo aprendieron a reciclar, sino que se sumergieron en la historia del arte en Galicia, entendiendo la cultura y el entorno intrínsecamente unidos.
Con botellas de plástico, tapones, cartón, cuerdas, bolsas y otros materiales reciclados, crearon un universo marino. El Laredo, ubicado en la playa de Arealonga, entiende que la educación va más allá de las aulas y el entorno es un compañero activo en el proceso de aprendizaje. A través de Amaromar reafirman su compromiso con el medio ambiente y su papel educador de la próxima generación de guardianes de la naturaleza.
Noelia Doval, profesora del CEIP de Laredo: “Tratamos de generar conciencia ambiental"
En el CEIP de Laredo la imaginación y la conciencia ambiental se entrelazan para dar vida al proyecto Amaromar. Una actividad que es mucho más que una simple iniciativa de reciclaje. Es un viaje de descubrimiento, creatividad y conexión profunda con el entorno natural que define a esta zona: la Ría de Vigo. “Uno de los objetivos principales de Amaromar es demostrar cómo el reciclaje puede ser una herramienta poderosa para la expresión artística y reinventar el medio marino con todos los desechos que nos devuelve. Así que con todos los residuos de nuestra playa, junto con sus manos y mentes curiosas dan vida a peces, corales y vidrieras que reflejan la belleza submarina de la ría”, nos cuenta la profesora Noelia Doval.
El proyecto se inspira en el trabajo de artistas gallegos icónicos como Maruja Mallo y Urbano Lugrís. Sus obras, cargadas de simbolismo y una profunda conexión con la naturaleza y el folclore, sirven de guía para los jóvenes artistas. “Una actividad que es una plataforma para generar conciencia ambiental de manera lúdica y participativa. Amaromar es un recordatorio de que cada objeto reciclado tiene una segunda oportunidad y que cada niño es un agente de cambio. Al transformar la basura marítima en arte, los alumnos no solo crean belleza, sino que también forjan un vínculo duradero con su entorno y aprenden a ser protectores de su herencia natural y cultural", añade la profesora.
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