CEIP Balaídos: por un recreo sin residuos

Los alumnos de Infantil y Primaria del CEIP Balaídos participan en la actividad de reciclaje que organiza Atlántico y FCC Medio Ambiente dentro del programa Vida Sostenible. Para realizar esta labor, el alumnado creó pancartas con mensajes que animan al reciclaje y una original cuadrilla de “guardianes de la limpieza” enseña el protocolo de recogida a sus compañeros. Disponen de papeleras azules en los pasillos, para papel y cartón que son los residuos más comunes en las aulas, además de diferentes recipientes en las zonas comunes, todo enfocado a la campaña "Recreos Residuo Cero". Una iniciativa impulsada por la plataforma Teachers for Future Spain que trata de que no se originen residuos o al menos el mínimo posible. Ideas en las que participan las familias que apuestan por utilizar recipientes reutilizables para las meriendas de los niños. Los alumnos también participan en formaciones.

María Campos, profesora del CEIP Balaídos: "Es todo un desafío para el colegio"

En el CEIP Balaidos están comprometidos con el medio ambiente desde hace años. Actualmente su proyecto de reciclaje está enfocado en la campaña "Recreos Residuo Cero". Una iniciativa impulsada por la plataforma Teachers for Future Spain que trata de que no se originen residuos o al menos el mínimo posible. "Esto se consigue con acciones como, por ejemplo, usando cantimploras para el agua y loncheras para la comida con embalajes retornables, así como fomentando el consumo de productos frescos como la fruta", nos dice la profesora María Campos.

Continuando con este trabajo, se implicó a los niños a depositar las bolsas en el contenedor amarillo y tomar así conciencia de la cantidad de residuos que se producen con los snacks. Una serie de iniciativas hasta llegar al desafío de reducir esos kilos de desperdicio y conseguir el residuo cero. “Por ejemplo estos días recogimos 8 Kg en el contenedor amarillo, esperando que la próxima semana esta cantidad disminuya e ir bajando material a lo largo del curso”, comenta María Campos.

El centro también apuesta por involucrar a las familias, que en la mayoría de los casos son quienes preparan los bocadillos. El proyecto es un desafío, pero a través de la concienciación se progresa adecuadamente con la mirada puesta en un futuro próximo.