La zona de la Cidade da Xustiza espera su apertura y suplir carencias para revitalizarse
Mientras se espera la apertura del edificio, la apertura de negocios contrasta con la proliferación de okupas
La Cidade da Xustiza se inauguró de forma solemne por el rey Felipe VI hace cuatro meses, pero el edificio continúa igual de vacío, a la espera del traslado que no acaba de producirse. ¿Cuándo? Se preguntan los vecinos, que esperan que se llene de vida para recuperar un barrio que sufrió como ninguno con el cierre del antiguo Xeral. De momento, no se esperan movimientos hasta octubre, aunque apenas hay ya obreros, y por parte de la Consellería de Xustiza tampoco hay novedades sobre un proceso que se alargará varios meses. El pasado mes de julio el Gobierno gallego recibió licencia de primera ocupación, lo que permite iniciar el operativo. Lo que sí se nota es que aunque la torre judicial continúa sin tener actividad, sí se ha recuperado la vida perdida con la reapertura de comercios, bares y otros locales y el traslado de despachos de abogados al entorno. Ese es el lado más positivo.
Pero hay otro, según recuerda Rosa Vello, presidenta de la asociación vecinal y de comerciantes del barrio de Pizarro, muy combativa desde que se produjo hace este mes siete años la clausura del complejo sanitario del Xeral al Cunqueiro. Fue en septiembre de 2015 y tres meses más tarde quince negocios de todo tipo habían echado el cierre por falta de clientela, entre ellos varios locales de hostelería, una tienda de bebés, un ciber, dos ortopedias, una frutería y una tienda de productos para niños. Los locales vacíos se sucedieron y solo en los últimos meses han ido reabriendo, aunque no todos. ç
Como explicaban los vecinos, el cierre resultó catastrófico, por cuando afectó no solo a los negocios que vivían del Xeral directamente, sino también a otros como fontanerías, garajes, notarías, farmacias, hoteles. La influencia del centro sanitario llegaba a las calles Pizarro, Vázquez Varela, Padre Feijoo, Santa Rita, Venezuela, México, Bolivia, plaza E y Gran Vía, entre otras. Y eso mismo se espera que ocurra con la Cidade da Xustiza. Rosa Vello pone el acento sobre lo que no se ha hecho pese a las promesas. “Lo que es externamente, la zona no ha mejorado nada, sigue todo igual, con las mismas graves deficiencias”, explica. Reconoce que no entienden por qué todavía no han hecho el traslado, pese a tener permiso. “Seguimos esperando”, señala Vello, quien también destaca que los parques están abandonados “y no han mejorado en absoluto”. Apunta que hay despachos de abogados por la calle Pizarro y Padre Feijóo, pero tendrá todavía que pasar tiempo para que el barrio mejore. “Han abierto algunos bares y una vinoteca, hay más vida, pero a cambio seguimos con okupas y las casas abandonadas que iban a tirar entre Puerto Rico y Padre Feijóo siguen ahí”, señala la presidenta de comerciantes y vecinos como uno de los mayores problemas que afrontar. “Hay algún negocio nuevo en la calle Piazaro, pero Puerto Rico no ha mejorado, cuando terminen de construir el bloque de viviendas nuevo de Vázquez Varela quizá mejoremos, pero seguiremos mal mientras haya edificios abandonados con okupas, y la residencia de Caixanova siga tapiada será horrible. Contábamos que el traslado se iba a empezar en septiembre y ahora en parte estamos peor porque ya no hay obreros y bajado el movimiento en la zona”, añade.
Plaza y complejo listos
Negocios con mayor clientela
De Travesas a Pizarro
Okupas en varios edificios
As Travesas, el otro lado del traslado judicial
Si en el entorno de Pizarro hay expectación por los efectos de la llegada de actividad judicial con miles de usuarios cada año, además de profesionales y funcionarios, en el otro lado hay pánico a lo que pueda ocurrir una vez se cierren los dos edificios de la calle Lalín, cuya influencia abarca As Travesas y gran parte de Coia. El proyecto aprobado pasa por reconvertir los dos edificios, la Audiencia en un centro sanitario de especialidades, llamado Olmpia Valencia, y el más antiguo como sede de asociaciones y agrupaciones locales. Todo ello llevará varios años, no menos de cinco o seis antes. En cuanto a la biblioteca del Estado, que ocuparía un espacio, está aún en fase muy inicial. Nunca antes de cinco o seis años.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
Lo último