Patrimonio protege los restos hallados en la calle Elduayen

El departamento de Patrimonio Cultural de la Xunta autorizó ayer cubrir los restos arqueológicos hallados durante la excavación de la calle Elduayen para la construcción del túnel tras la petición del Concello. Mientras se hace una valoración de los mismos se realizó una cubrición con lonas y tierra (en la foto) sobre todo por cuestiones de seguridad. A falta de informe defintivo, todo apunta a que los restos hallados a la altura de la curva de San Vicente pueden datar del siglo XIX.

Publicado: 04 feb 2022 - 22:45 Actualizado: 05 feb 2022 - 11:32

El yacimiento ya está cubierto, protegido por una tela especial y tierra.
El yacimiento ya está cubierto, protegido por una tela especial y tierra.

Patrimonio Cultural de la Xunta hizo público ayer su permiso para tapar el yacimiento de Elduayen, acción a la que se procedió tan solo horas después. A través de un comunicado, autorizaron “la cubrición de los restos exhumados en la intervención arqueológica a petición de la dirección facultativa de la obra de la Oficina de Supervisión de Proxectos do Concello”. Según indican, la petición se recibió ese mismo día “obteniendo respuesta de inmediato”. La razón esgrimida para esta decisión no está motivada por la naturaleza de la excavación, sino que se justifica “por cuestiones sobre todo de seguridad estructural de la calle”. Se acaba así con el que se había convertido en uno de los puntos de interés más popular del centro, una zanja a cielo abierto en medio a la altura de la curva de San Vicente y un tema recurrente de conversación.

Aún falta por determinar el origen y la datación de los cimientos, pero cada vez gana más adeptos la sospecha de que son anteriores al siglo XIX, postulado respaldado por Vigo Histórico o Amigos de los Pazos. Se basan en la profundidad a la que se encontró el yacimiento, así como en la calidad tanto del material como del trabajo de cantería. Algunos historiadores y arqueólogos identifican el hallazgo con los restos de la capilla de la Misericordia (XV-XVI), demolida con la apertura de la calle, entonces llamada Travesía de Vigo. De tratarse de esta edificación, su importancia justificaría una excavación más rigurosa y en su puesta en valor. La iglesia pertenecía al gremio de los mareantes de O Berbés y albergó la talla del Cristo de la Misericordia, hoy custodiado en el Museo de Castrelos.

Una primera estimación de Patrimonio dató los restos de la época en que se abrió la calle, en 1889. Los mismos técnicos reconoce que “con independencia de esta acción puntual, queda pendiente que remitan la memoria valorativa”.

Así pues, y bajo indicación expresa, “los restos deben protegerse con una capa de geotextil e inicialmente con capas de relleno de material más cribado para que no perjudiquen o alteren las estructuras exhumadas”.

Esta es la solución habitual para resguardar un yacimiento mientras no se le hace una excavación exhaustiva con el fin de evitarle daños. La empresa de arqueología Ante de Moura tomó muestras y realizó una fotogrametría de la excavación, además de estudiar planos antiguos para determinar su origen.

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