Xunta y UVigo se alían para luchar contra el edadismo

El edadismo –esto es, la discriminación de una persona por razones de edad– no afecta únicamente a los mayores, sino que hay muchas instancias en las que las personas jóvenes también sufren episodios de este tipo precisamente por su corta edad. Esa fue una de las principales ideas que una de las mayores expertas del mundo en este campo, la socióloga coruñesa Vánia de la Fuente, expuso ayer en el edificio Redeiras en la presentación de la ‘Estrategia contra el edadismo’, una iniciativa social y política impulsada por la Xunta y la Universidad de Vigo (a través de la propia Cátedra de Edadismo) para acabar con unos estereotipos que, como la propia De la Fuente indicó, “al final acabamos interiorizando y haciéndonos daño nosotros mismos”.

En un acto conducido por el CEO de Atendo, Luis Barros, y en el que también intervinieron la vicerrectora de Comunicación de la UVigo Mónica Valderrama, la propia Vánia de la Fuente, la conselleira de Política Social Fabiola García, el gerente del Clúster Galego de Saúde Iván Rarís, el profesor jubilado de la USC Xaime Fandiño y la trabajadora social Nieves Freire; se perfilaron las líneas maestras de dicha estrategia, que es única en Europa –al igual que la Cátedra de Edadismo– y que recibirá unos 520.000 euros de fondos autonómicos para ponerla en marcha.

De este modo, los primeros pasos de cara a la erradicación de estos estigmas serán actuaciones concretas que consistirán en dar visibilidad y desafiar los estereotipos sobre las personas mayores mediantes campañas de comunicación y encuentros interngeneracionales; dar formación y sensibilización en el sistema educativo a través de un programa piloto dirigido a profesores de Infantil, Primaria y Secundaria; y crear una Comisión Autonómica contra el Edadismo, que revisará las políticas públicas y la legislación para detectar defectos y proponer soluciones. Así, se llevará a cabo desde tres ámbitos –el social, el educativo y el normativo– para lograr una actuación integral y transversal ya desde el inicio de la aplicación de la Estrategia, que será un compromiso a largo plazo hasta 2031.

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, hizo hincapié en que esta lucha debe involucrar a todos los sectores de la sociedad, ya que se trata de “un acto de justicia social”: “Las administraciones solas no vamos a poder hacerlo y la gente sola, sin la ayuda de las administraciones, tampoco. Por lo tanto, unámonos en esta estrategia y pongámosla a funcionar”.

Rueda: “Marginar a gente con plenas capacidades no tiene sentido”

El presidente autonómico destacó la nueva ‘Estrategia gallega contra el edadismo’ como un hito muy relevante para el cuidado de los mayores y como pilar “imprescindible” para construir una sociedad más justa: “Arrinconar a gente que está todavía con plenas capacidades y que no quiere arrinconarse no tiene ningún sentido. Y la sociedad que haga eso o que acepta que eso pase está pegándose un tiro en el pie. Me alegro muchísimo de que la Xunta sea la primera administración que tenga esta estrategia”. Rueda insistió en “descartar” la mentalidad de ser “demasiado viejo o demasiado joven” para hacer determinadas cosas porque “la edad no debería ser un factor limitante”.

La experta en edadismo Vánia de la Fuente contó que esta forma de discriminación provoca daños a nivel individual, ya que “interiorizar los estereotipos de la edad está relacionado con vidas más cortas y mayor propensión a enfermedades como la depresión”; pero también a nivel colectivo, ya que todos los perjuicios individuales y las vidas acortadas por estas circunstancias acaban teniendo “un importante impacto económico”.

La vicerrectora de la UVigo Mónica Valderrama reivindicó que fuese la facultad de Comunicación el ‘hogar’ de esta cátedra debido a la importancia de “divulgar y que se empiece a hablar de esto además de abordarlo desde el ámbito de las ciencias puras”.

Xaime Fandiño, profesor jubilado de la USC y activista incansable de el envejecimiento activo hizo hincapié en la intergeneracionalidad, esto es, en que jóvenes y mayores trabajen codo con codo buscando espacios comunes para acabar con los estereotipos de la edad: “Si todos hablamos el mismo idioma, estos problemas desaparecen”, expresó, “hay que enseñarles a los más jóvenes que envejecer es un éxito social y la palabra viejo no debe tener una mala connotación”.

También intervino en el acto de presentación Nieves Freira, una trabajadora social y mediadora que también habló de la importancia de las relaciones intergeneracionales: “La mayoría de los jóvenes las valoramos positivamente, pero no hay espacios donde poder llevarlas a cabo”.