Las viviendas turísticas, al 100%, son ya 1.200 en Vigo y 20.000 en Galicia

La modalidad turística de alquiler de viviendas (denominadas por sus siglas VUT) se ha convertido en un éxito absoluto, como se puede constatar por las cifras que maneja la asociación Aviturga, que reúne a los propietarios de pisos y casas en Galicia. Durante el pasado mes de julio, la ocupación media de las VUT en la comunidad gallega alcanzó el 76 por ciento, y algo superior en las Rías Baixas, en torno al 80 por ciento, pero eso no es nada al lado del resultado de agosto: los primeros 20 días, al 100 por cien, con todas las plazas cubiertas y lista de espera.

Y eso significa mejores datos incluso que los hoteles, que en Vigo alcanzan un 90 por ciento en sus mejores días de este mes. Y con un añadido muy importante: que en general la oferta creció en trono al 16 por ciento sobre el año pasado al incorporarse miles de viviendas más al modelo de alquiler turístico, que de momento no parece tener techo. “Ahora mismo prácticamente todos los destinos han crecido en viviendas, pero no ha caído la demanda, sino al contrario”, explica Dulcinea Aguín, presidenta de Aviturga, con sede en Sanxenxo, el municipio más turístico de Galicia, que reúne 200.000 pernoctaciones hoteleras en agosto y muchas más en las VUT.

Según reconoce, el curso se inició con algunas dudas, pero avanzó en positivo, confirmando las previsiones iniciales. “Empezamos el verano con expectativas muy grandes, sobre todo porque la gente planificaba con antelación la temporada y se adelantaron las vacaciones, y es cierto que todo esto al final nos generó más optimismo de lo esperado, pero la temporada está siendo muy buena, son estancias más cortas, y los precios subieron un poco”, señala la presidenta de Aviturga. Prueba de que las VUT continúan creciendo es que en Sanxenxo ya hay 2.7000, y en Vigo, el segundo ayuntamiento por número en Galicia, unas 1.2000. En toda la comunidad gallega ya está en 20.000. Sobre la explicación del buen resultado del turismo 2023, Aguín indica que hay varios factores y destaca el “traslado” desde el Mediterráneo. “Notamos que turismo que era muy fiel al Levante y al sur se escapó por el calor, somos la reserva térmica, es una oportunidad”, indica, aunque también reconoce que las elecciones afectaron mucho en negativo. Añade que constatan un cambio en el cliente: ahora de estancias muy cortas, “entre otras cosas por la economía. Ahora la gente pasa dos o tres días: hay más gente y menos tiempo”, zanja.