La Virgen del Alba y San Bartolomeu regresan a Valadares

La Virgen del Alba y San Bartolomeu emprendieron ayer su última gran caminata del año. De esta forma, las imágenes bajaron de la ermita del monte Alba acompañados por los fieles, que cargaban con las figuras a sus hombros ladera abajo, para transportarlos hasta la iglesia parroquial de San Andrés de Valadares. Una bajada de casi cinco kilómetros que estuvo amenizada por la música de gaitas a cargo de Gaiteiros de Pardevila y el grupo de gaitas Golfiños de Saiáns. La última procesión del Alba que cierra las celebraciones en honor a la Virgen tras la misa de la mañana en uno de los picos más altos del área de Vigo.

La inquietud entre los fieles empezó a sentirse entre los fieles cuando el reloj marcó las 18:00 horas. Primero se asomó la figura de San Bartolomeu que llevaba un racimo en su mano, haciendo un pequeño guiño a la vendimia, una actividad típica de estas fechas, Acto seguido apareció la reina del monte: la Virgen del Alba. La imagen salió con su característico manto blanco y con un séquito de fieles a sus espaldas que buscaban resguardarla hasta su hogar.

La caminata hasta la iglesia parroquial, que siempre cuenta con un aire muy solemne, empezó con un paso pausado, firme y seguro que iba marcado por el ritmo de las gaitas. De esta forma, las imágenes iniciaron su retorno hasta Valadares después de varias semanas fuera de su hogar.

Una vez las imágenes estaban próximas a la iglesia, la figura de San Juan, que permaneció solitaria en el templo tras varias semanas de exilio de la Virgen y San Bartolomeu.

De esta forma finaliza una de las romerías con más arraigo en Vigo, seguida de cerca por la de San Campio. Esta cita puso final a tres jornadas de fiesta en el monte Alba que empezaron el pasado 15 de agosto con el ascenso de la Virgen. San Bartolomeu, aquel que quita el miedo, la siguió hasta la ermita el día 24 y, ahora, los dos juntos, ponen punto y final a esta celebración hasta el año que viene.