Música con instrumentos reciclados
LOS PARAGUAYOS CATEURA ACTUARON EN VIGO
La orquesta de instrumentos reciclados de Cateura volvió a demostrar ayer en Vigo que la música es un transformador social
Veintidós intérpretes, con edades comprendidas entre los 11 y los 25 años, ofrecieron ayer un recital en el Auditorio. Interpretaron música clásica, latinoamericana, pop, paraguaya y bandas sonoras. La única peculiaridad es que los instrumentos están realizados con material recogido de la basura: guitarras hechas de latas, chelos diseñados en bidones metálicos o flautas realizadas con tuberías oxidadas. La iniciativa fascinó a artistas internacionales que los invitaron a tocar. Así en 2014 telonearon a Metallica.
Forman parte del proyecto Cateura, que cada Navidad hace una gira solidaria por España de la mano de Ecoembes. El ahora director de orquesta, Favio Chávez, fue el iniciador de esta idea que ha traspasado fronteras. Hace doce años llega destinado como técnico ambiental al barrio de Cateura, construido sobre el vertedero de Asunción, capital de Paraguay: “Me encontré con una comunidad en precario, con niños excluidos socialmente, en ese momento siempre se cree que se puede hacer algo más, yo pensé enseñarles música”. Así, Favio advirtió ayer en un encuentro con los medios vigueses, que no fue una tarea fácil: “Para las familias era una experiencia desconocida, el absentismo escolar es muy alto porque para ellos el concepto de educación no les soluciona el problema del día a día, y menos aún la música; ha sido difícil, era habitual que una madre interrumpiera la clase para reclamar a su hijo”.
Como material escolar echaron mano de lo que tenían más cerca, la basura. “El primer instrumento que hice fue un violín con un colador de fideos; a veces me preguntan dónde está y la verdad es que no lo sé; era sobre todo didáctico, necesitaba poner algo en las manos de los niños pequeños para que los mayores pudieran aprender, allí los hermanos ejercen de padres de los pequeños ya con diez años, a donde va uno van los otros”, señala Chávez.
Reconoce que a partir de esa idea inicial se fue evolucionando “este proyecto siempre está en proceso”. Lograron reunir todos los instrumentos de cuerda, percusión y viento de una orquesta: “Se afinan según las mediciones estándar, 440 y el Si bemol, si buscamos la perfección no la vamos a obtener, pero lo que necesitábamos eran instrumentos que sonase y los encontramos”.
Con formación en diferentes áreas, Favio Chavez, natural de la zona paraguaya de Carapeguá, logró transmitir su amor por la música: “Siempre ha venido conmigo y estoy agradecido por estar involucrado en esto”.
del vertedero al teatro
Tania Vera, con 21 años, es la única que queda de la primera generación de músicos de Cateura. Comenzó con el violín a los 8 años, después de que su padre, que trabajaba en el vertedero, la apuntase para aprender música: “La música me cambió la vida, me orientó en el estudio y me dio una casa bonita”. Ahora estudia Administración en la universidad. Son cuatro hermanas y la pequeña, Nicole, con quince años, también forma parte de la orquesta.
De los 22 instrumentistas, solo cinco viven con sus padres. Algunos están solos con los tutores prófugos de la justicia, otros cuidados por sus abuelos o con progenitores separados. Para todos los trámites administrativos, la orquesta cuenta con la colaboración de la Asociación de Madres y Madres. Félix Ascona, docente en la escuela de Cateura y padre de dos de los músicos (Renato y Azucena), viaja con la comitiva: “Hay chicos muy vulnerables, que para conseguir el permiso paterno tuvimos que poner un aviso en la prensa”.
Ascona destaca el poder transformador de la música. “Me emociono al pensar cómo ha cambiado el barrio, la escuela y la vida de la gente; estamos urbanizando los accesos y mejorando la iluminación y la seguridad”. Con la música, con el dinero de los conciertos, cincuenta jóvenes del barrio estudian becados, 25 en el colegio y 25 en la Universidad. “Ahora si se busca Cateura en google lo primero que sale ya no es el vertedero, es la orquesta”, apunta Ascona
Favio Chávez, director e iniciador.
“si buscamos perfección no la vamos a obtener, pero necesitábamos instrumentos que sonasen y los encontramos”
Tania Vera. Violinista y estudiante.
“la música me cambió la vida, me orientó en el estudio (cursa administración en la universidad) y me dio una casa bonita”
Félix Ascona. Padre
“si busca cateura en google lo primero que sale ya no es el vertedero, es la orquesta; es una transformación”
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