Vilaza pagará su agua tras 6 años en un limbo

Espina y Delfín cobrará las cuotas a las 250 viviendas hasta que se municipalice la red para controlar el consumo ante el riesgo de sequía

Depósito de abastecimiento de la comunidad de aguas Vilaza, Gondomar, que lleva desmembrada desde 2016.
Depósito de abastecimiento de la comunidad de aguas Vilaza, Gondomar, que lleva desmembrada desde 2016.

El limbo en el que se encuentra la red de abastecimiento de la parroquia de Vilaza en Gondomar desde 2016 tiene los días contados. El alcalde Paco Ferreira dictó una resolución el pasado jueves que permitirá a la concesionaria del servicio, Espina y Delfin, encargarse del control y del cobro de las cuotas desde este mismo verano a las 250 viviendas conectadas al depósito que antaño estaba gestionado por una directiva privada, hasta que la infraestructura se municipalice en firme. Este es el primero de los pasos adoptados por el regidor para poder controlar el gasto de un recurso que aquí se utiliza sin control al carecer de contadores desde 2016. Un conflicto legal devolvió la infraestructura a su configuración privada original, pero la renuncia de la Comunidade de Augas la dejó sin gestión y la Administración asume desde hace 6 años su mantenimiento sin poder explotarla al no ser pública. El problema para la estimación de consumos aquí radica en el que el depósito de Vilaza está conectado al municipal, y el hecho de que no se pueda monitorizar el gasto les impide anticiparse con medidas, sobre todo dado el contexto actual de sequía. Ferreira explicó que esta medida aliviará la situación, ya que el caso de la villa es muy singular al contar con 50 traídas privadas y cualquier aporte beneficia mucho a la red municipal. Las limitaciones por ahora se reducen al tiempo de riego en zonas públicas o en baldeos de viales sin llegar a todavía a llevar a cabo cortes reales en el suministro en los momentos de más demanda. Según explicó aunque la situación no sea crítica, comienza a ser preocupante.

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