Crece la demanda entre los vigueses de autocaravanas para el verano y baja la de hoteles

El mes de febrero es tradicionalmente para los aficionados al ‘caravaning’ –término anglosajón con el que se denomina al hecho de viajar, literalmente, con la casa a cuestas– una de las fechas señaladas: con precios más asequibles, es el mejor momento del año para adquirir una caravana poco tiempo antes de Semana Santa. El pasado año, a raíz de la pandemia, las autocaravanas ganaron adeptos por la libertad que otorgan y la mayor sensación de seguridad ante el covid que transmiten estos vehículos. En los concesionarios del área de Vigo admiten que este modelo ha llegado para quedarse durante un tiempo, registrando un aumento de consultas sobre precios y modelos para una época estival de nuevos récords si las restricciones a la movilidad lo permiten.

Si bien hasta la fecha el número de operaciones no es muy elevado comparado con años anteriores a la aparición del covid, las ventas de nuevos modelos son mayores que en el inicio de 2020. Así lo indica Jacobo González, gerente del concesionario de caravanas vigués Caracol Park. “Las ventas están más animadas que en el caso del alquiler. Al haber cierres perimetrales la gente todavía no se arriesga a realizar reservas, ni siquiera para esta Semana Santa, pero la venta es distinta funcionando muy bien los modelos a estrenar” explica Jacobo, destacando que ante la situación generada por la pandemia en el concesionario había reforzado su apuesta con vehículos de ocasión.

Con más de una veintena de caravanas y autocaravanas en exposición en sus instalaciones de la Avenida de Europa, el gerente de Caracol Park señala que en las últimas semanas se incrementaron el número de contactos para conocer precios y que esta tendencia se repite tras un exitoso e inesperado 2020: “La autocaravana es un producto que encaja muy bien. La gente es previsora y están deseando poder salir de casa para disfrutar de las vacaciones con la mayor tranquilidad”, afirma.

“Fue una locura el ritmo de alquileres del pasado verano, todos sobre fecha. La experiencia de 2020 está presente y los próximos meses se presentan con el mismo escenario. A ver si podemos exprimir al máximo desde el mes de julio”, reconoce Alexandre Sánchez, gerente de la empresa de alquiler de autocaravanas Van & Fun en Redondela.

Frente al auge de la autocaravana por su independencia, en el otro lado de la balanza se sitúan las caravanas convencionales, orientadas a la vida en los campings. “Ahí las ventas son menores. El mercado de la autocaravana funciona mejor porque todavía hay cierto temor por el coronavirus”, señala Chico González, gerente de Caravanas Atín, en Mos.

Expectativas a la baja y en la línea de la campaña anterior en los hoteles

Los vigueses se interesan por la idea de echarse a la carretera para disfrutar de las próximas vacaciones de verano, pero, ¿qué ocurre con aquellos que visitan la ciudad? Los hoteles esperan con ansias a los turistas tras meses de inactividad derivados de las restricciones a la movilidad, pero por el momento las expectativas se mantienen a la baja y en la línea de 2020, año en el que se registraron unas cifras moderadas que nada tuvieron que ver con los veranos anteriores.

“El movimiento es muy escaso, principalmente reservas que no contemplan penalización si se cancelan, pero tampoco son muy representativas para Semana Santa y verano”, explica el presidente de la federación provincial de hosteleros (Feprohos), César Sánchez-Ballesteros. “La gente planea todo en el día a día y no se plantea todavía los viajes por los cierres de comunidades autónomas y las fronteras. Sí nos esperamos movimiento después”, añade.

Con un elevado número de establecimientos cerrados desde pasado el verano, los pocos hoteles de la ciudad que continúan en activo prestan servicio a aquellos clientes que precisan una habitación en Vigo por asuntos de carácter laboral. Precisamente con esta variante de alojamiento por asuntos de trabajo también se espera cierto repunte de cara al segundo trimestre del año, como explica Sánchez-Ballesteros: “Además del ocio hay un componente importante con las reservas por motivos laborales. Eso por el momento es mínimo, pero hay profesiones en las que esos viajes son irrenunciables, por lo que es posible que se produzca un incremento en próximos meses”.