"Vigo tiene un regalo de vida con la devoción por el Cristo da Victoria"

La novena del Cristo comenzó, con los oficios de la mañana a cargo de párrocos de la ciudad y los de la tarde, con el sermón de Jorge Fernández Sangrador, vicario general de la Archidiócesis de Oviedo, invitado por la Cofradía como predicador del Cristo da Victoria. Ayer reconocía en declaraciones a Atlántico la sorpresa que le produjo la devoción viguesa.

¿Tenía algún vínculo previo con el Cristo da Victoria?

Lo conocía a través de los medios de comunicación. He estado en la diócesis de Vigo por cuestiones de trabajo pastoral. Estoy muy satisfecho y gratamente sorprendido por la asistencia y por el afecto mostrado al Cristo.

¿Nota una euforia especial ante la recuperación de la procesión?

Se nota en todo, la vida de la Iglesia está recuperando su ritmo en estas expresiones de vocación. También en Asturias se nota ese anhelo por poder volver a salir con las procesiones. La pandemia supuso una quiebra en las relaciones y recuperar el encuentro es una vivencia.

¿En qué hará hincapié durante su predicación?

Son nueve días de predicación y en cada uno habló de las acciones y de la vida de Cristo: de su infancia, de su madre o de sus discípulos. Pretendo dar luz a su sufrimiento personal para consuelo de muchos fieles que se acercan con un gran dolor en su alma.

¿Es compatible la superstición que acompaña a veces a la devoción con la espiritualidad del Cristo?

Vigo tiene un regalo de vida con la devoción por el Cristo da Victoria. Esta se centra en su figura y todo está alimentado por ese afecto a Cristo, aunque parezca desvinculado, ese sentimiento es en principio auténtico.