"Vigo tiene la posibilidad de crear esa Marbella en Samil que tanto necesita Galicia"

Benito Iglesias es presidente de Fegein (federación gallega de empresarios inmobiliarios) y Asemi (la asociación viguesa). Está convencido de que el nuevo Plan General traerá buenas noticias para Vigo y defiende la propuesta para construir miles de viviendas en la segunda línea de Samil.

¿Sorprendido por el incremento de venta de viviendas en 2021?

El segundo semestre de 2021 tuvo no solo un comportamiento igual al año 2019, sino que fue mejor, es un dato significativo. Ha habido un repunte de vivienda nueva y también de vivienda usada. La demanda es muy fuerte, pero lo que se quiere es vivienda nueva.

Que hay poca, quizá el PGOM lo arregle.

Primero que se apruebe de forma definitiva. En un año, quizá. Pero puede cambiar. En Samil había tres estudios de actuación y la Xunta ha modificado el planeamiento inicial del PGOM. Hay que ser muy prudentes y esperar a que sea aprobado de forma definitiva para tener seguridad jurídica. En este momento no podemos arriesgarnos a hacer inversiones que después sean fallidas y eso repercuta en la cuenta de resultados de cualquier empresa.

Por lo que usted conoce del PGOM, ¿va a resolver la vivienda?

Tiene razón la concejala de Urbanismo de Vigo. Han tenido que hacer encaje con muchas normativas autonómicas y estatales, no es fácil desarrollarlo. Creo que es un Plan General mejorable, pero no es un mal plan. Hay modificaciones que sí podrían hacerse. Defiendo que la vivienda pública sea en combinación público/privado, para que se desarrollen y ejecuten este tipo de viviendas. Todos sabemos que Vigo tiene gran necesidad de viviendas de protección oficial, porque si comprobamos los ingresos comprobamos que la mayoría de los demandantes están en ese nivel. Sí a la vivienda oficial, pero en colaboración con el sector privado, que es como realmente se hacen las cosas.

La conselleira dijo que están en contra de los tres ámbitos de 3.000 viviendas en Samil.

Efectivamente, cada uno tiene su visión. Ellos tienen la suya, proteccionista, me parece correcto, pero también hay los que vemos el urbanismo de otra forma. Vigo tiene la gran oportunidad de crear esa Marbella que tanto necesita Galicia como reclamo de inversiones y de un turismo potente de élite que muchas veces reclamamos, pero no tenemos el soporte para ofrecer lo que otras comunidades ofrecen, como Valencia, Canarias o Andalucía. Si no lo hacemos nosotros lo va a hacer Oporto y su área. Es más, ya lo hace en Matoshinos y Gaia, se nos han ido inversiones muy importantes a esa zona, incluso de aquí, empresarios de Vigo, y no podemos dejar que esas inversiones se nos vayan, porque crean riqueza y empleo. Sobre todo porque crean futuro, Creo que tenían que darle una vuelta y hacer de Samil una zona turísticamente muy atractiva, que ya lo es, pero darle soporte dentro de unas líneas coherentes urbanísticas, que permita ese desarrollo que contribuya a que Vigo sea esa ciudad cosmopolita y ese pulmón económico del Noroeste peninsular.

¿Así que usted es partidario de que en Samil se haga lo que propone el Concello?

Sin paliativos, sí.

Es en segunda línea.

Estoy de acuerdo con eso. Es el reclamo que necesitamos. Alrededor del urbanismo hay multitud de sectores que pueden ver aumentada su facturación y la creación de empleo estable y de calidad, que es lo que queremos. Hay que tener miras más amplias. Dicho esto, respeto los tres informes de la Xunta, que dicen que no puede ser, pero soy de los que piensa que el Concello está acertado en ese planteamiento.

¿Los precios van a seguir subiendo?

Por desgracia sí, hasta que tengamos ese Plan General aprobado y esos suelos finalistas se puedan ejecutar y tengamos esa seguridad urbanística… pero hay una demanda tan fuerte que no cubre la oferta, y a mayores un encarecimiento de los materiales que es brutal, sobre todo estos días por el conflicto de Ucrania, que deriva en que el precio del aluminio se ha incrementado mucho y eso afecta a los costes de construcciones. Nuestro pronóstico es que subiría por encima del 10 por ciento. Nadie quiere, pero todos los condicionantes empujan a ello.

Usted tiene una cooperativa en Navia, pero no avanza.

Esa es otra. Ya está constituida, tenemos todo preparado, el proyecto arquitectónico, nuestra propuesta para esa zona, que creo que va a ser muy atractiva, pero falta la licencia del ayuntamiento que tiene que dar a la Xunta para que pueda urbanizar. Yo ahí le pediría sinceramente lo que reclamamos siempre: normativas claras, concretas, y una simplificación administrativa y reducción del tiempo de los trámites. Estamos hablando de viviendas de protección oficial, así que esos tiempos deben acortarse sí o sí. No estamos hablando de vivienda libre, sino de protección oficial, de muchas personas que en estos momentos están pagando alquileres que les supone una mella muy importante en sus ingresos mensuales y que necesitan esa vivienda de protección oficial y debemos las administraciones agilizar todo lo posible para que salga a concurso lo más ágil posible al menos el primer polígono en Navia, que saldría ahora, y construir esas 733 primeras viviendas.

Con esto se resolvería una parte.

Las 1.600 viviendas que se van a construir en Navia son un balón de oxígeno muy importante para 1.600 familias, pero hay que recordar que nuestras previsiones ya hace dos años subían de 5.000 las necesidades de viviendas de protección en Vigo. Por tanto, es acertada la planificación que ha hecho el Concello de Vigo respecto de la vivienda de protección oficial, pero insisto que sea en colaboración público-privada. Basta con ir al instituto de estadística para comprobar cuáles son los ingresos de las familias en Vigo y constatar que hay miles de personas que se encuentran en ese rango que pueden optar a una vivienda de protección. Por tanto, la Administración tienen que agilizar los trámites.

¿Lo más urgente en Galicia?

Normativas claras, concretas, agrupadas, simplificación administrativa y en licencias municipales. Que miren a Oporto, ¿qué están haciendo? Simplificando los trámites a menos de 30 días. Aquí una licencia tarda 14 meses en concederse.