En Vigo ya solo quedan 175 solares urbanizables en comercialización
El total de parcelas urbanizables sin edificar asciende a casi 15.000, pero apenas el 10 por ciento están dentro del circuito de comercialización
Vigo cuenta en la actualidad con un total de 14.804 parcelas urbanas susceptibles de edificar, la mayor reserva, y con diferencia, de toda las ciudades gallegas. De hecho, hay casi tantas en Vigo como en la suma de Coruña (3.464), Pontevedra (2.772), Lugo (2.781), Ferrol (2.947) y Ourense (5.838). Solo Santiago se acerca, con 7.490. A priori, este dato rotundo hace suponer que las posibilidades urbanísticas locales son muy grandes, pero en realidad no es así en absoluto. El número de terrenos urbanizables que se encuentran en el circuito comercial, es decir, que están a disposición de los promotores, resulta muy escaso: apenas hay en la actualidad 175 solares, a un precio medio de 400 euros el metro cuadrado, por lo que las posibilidades reales de desarrollar el “ladrillo” son muy reducidas y difícilmente van a variar incluso con el nuevo Plan General, que estará aprobado probablemente el próximo año. Entre otras causas, porque el PGOM que llega prevé el desarrollo de polígonos residenciales a través de procesos largos y complejo más que diseñar solares de licencia directa.
Así también lo ve la Federación Gallega de empresa Inmobiliarias (Fegein). Su presidente, Benito Igleisas, que también está al frente de la asociación viguesa del sector, señala que reducir burocracia urbanística, agilidad en los trámites de planificación como de licencias, y liberalizar suelo es la solución más eficaz para reducir el precio de la vivienda habitual.
“Los precios de la vivienda vuelven subir. Y ni solo por el incremento de costes de la energía, carburantes, materiales o costes laborales, sino nuevamente, al igual que hace 20 años, por el coste del suelo y su repercusión en el precio final de la vivienda”, señala.
En su opinión, ante el intenso intervencionismo de las administraciones en el mercado del suelo hace falta una modificación de la ley del suelo actual y liberalizar un 25% del suelo para abaratar el coste de la vivienda en Galicia. Destaca que el suelo no urbanizable en la mayoría de los principales municipios alcanza porcentajes superiores al 60%, siendo el suelo urbanizable delimitado inferior al 10%, y en muchos casos no supera el 8 por ciento.
En este sentido, el presidente de Fegein considera llamativo que tomando como referencia las dos principales áreas de Galicia, Vigo y A Coruña, en la primera, en el área de Vigo, la titularidad del suelo urbano no edificado se corresponde a que en un 16% es propiedad de la Administración, el 22% de personas jurídicas y el 62% de personas físicas. Mientras en el área de A Coruña el 19% del suelo urbano es propiedad de la administración, el 27% de personas jurídicas y el 54% de personas físicas.
“HAY QUE AGILIZAR PLAZOS PARA LA CONCESIÓN DE LAS LICENCIAS”
Sostiene Benito Iglesias que la intervención urbanística en Galicia configura una oferta de suelo rígida en comparación con la de otros países. Esta rigidez favorece un mayor crecimiento de los precios, exacerba el ciclo inmobiliario de la economía gallega y contribuye a aumentar la inestabilidad macroeconómica en el conjunto del estado al ser también un problema de país. En su opinión, se debe ampliar como mínimo en las siete principales ciudades de Galicia el suelo urbanizable en un 25% para aliviar la tensión, aumentar la oferta y contribuir a abaratar el precio de la vivienda, y suavizando las restricciones a la edificación en las áreas rurales de los 313 ayuntamientos con el fin de combatir la despoblación de la llamada Galicia vaciada, y flexibilizando el régimen de usos de las ordenanzas urbanísticas.
Destaca que la flexibilidad y agilidad de las administraciones con ventanillas únicas es también fundamental, “como por ejemplo sustituir la obtención de licencia de primera ocupación por una declaración responsable o agilizar los trámites de los planes generales con la reducción de plazos para obtener informes sectoriales e incorporando el silencio administrativo positivo”, añade el presidente de Fegein.
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