Vigo renueva su devoción por Fátima

Como cada 13 de mayo, Vigo celebró la fiesta de la Virgen de Fátima que culminó con la segunda procesión más multitudinaria de cuantas se desarrollan al año, solo por detrás del Cristo de la Victoria del primer domingo de agosto, imbatible. La presidenta de la Cofradía de Fátima, Celia Martínez, señalaba ayer, día grande, que en Vigo hay una devoción muy importante al santuario portugués, hasta el punto de que se trata de una de las primeras parroquias que llevó su nombre en todo el mundo. En 1948 se aprobaba su creación y diez años después se inauguraba la actual iglesia, una de las mayores de la ciudad.

“Iniciamos el novenario el día 4 y aquí estamos todo el año colaborando con la iglesia en el santuario de Fátima, con mucha devoción y cuidando la parroquia”, señalaba Celia Martínez. La cofradía lleva ya más de 30 funcionando y cuenta con cerca de 750 miembros, un número realmente importante, si bien reconoce que predominan los socios de mayor edad. “Los cofrades eméritos han desempeñado una gran labor, cada día 13 celebramos una misa por los fallecidos y en honor a la Virgen, esta es una de las cofradías más cuidadas después del Cristo de la Victoria”, explicaba antes de la procesión.

Las claves del éxito de la devoción en Vigo a la Virgen de Fátima son para Celia Martínez que el santuario portugués es un referente a nivel mundial “por su misterio, que mueve el mundo, hay una devoción tremenda y tratamos de conservarla”. “Vigo y sus alrededores tienen mucha devoción y nos gustaría complacerlos”, sentencia.

La parroquia fue creada el 5 de mayo de 1948 y los cultos se celebraban en la Capilla de San Cosme y San Damián, insuficiente para albergar a los fieles. Un año después el local se había agrandado, tras hacerse una ampliación sencilla y provisional. Más tarde llegaría el templo actual, obra de Antonio Cominges, el arquitecto de la Iglesia, autor de La Soledad, en el Castro; San Francisco Javier, en Teis, o El Carmen, en López Mora.