Vigo y provincia tienen el doble de alumnos extranjeros que hace 10 años

Del mismo modo que Vigo y provincia encadenan años en récord negativo de natalidad, la población migrante crece paulatinamente y ayuda a que el saldo demográfico sea positivo. Este mismo fenómeno ocurre en los colegios e institutos con los hijos de los inmigrantes que arraigan. Su presencia está siendo vital para contrarrestar la caída en los nacimientos y así evitar el cierre de aulas y, por tanto, que muchos docentes pierdan su trabajo. Así, de acuerdo con los datos proporcionados por el Instituto Galego de Estatística (IGE), en Vigo y provincia el número de alumnos (de enseñanza no universitaria) con nacionalidades diferentes a la española se ha duplicado en apenas una década.

Si bien en 2015 había un total de 4.243 estudiantes extranjeros en las aulas de los colegios de la provincia, de los cuales menos de la mitad (1.939) provenían del continente americano, sólo diez años después ya han subido a 8.100, de los que más de la mitad (5.557) son de este continente. Teniendo en cuenta el peso de la población de Vigo en la provincia, es de suponer que la mayor parte de estos 5.557 estudiantes sean sudamericanos –de ahí llegan la mayoría de inmigrantes a la ciudad–, con Venezuela como uno de los países prominentes de procedencia, ya que son la mayor colonia de extranjeros de la ciudad. Son casi el único grupo de estudiantes con nacionalidad extranjera que crece rápida y consistentemente. En tan solo un año pasaron de ser 4.805 a 5.557, esto es, 752 más, mientras que el total de escolares de fuera de España creció en 753 al pasar de 7.347 a 8.100.

El segundo mayor grupo de alumnos extranjeros en Vigo y provincia llega desde Europa. Son, en total, 1.318. Curiosamente, en los últimos diez años apenas creció el número de estudiantes llegados desde del continente europeo en comparación con los americanos. En 2015 estos eran 1.191 y, según los datos más recientes del IGE, ahora ascienden a 1.318. Algo similar ocurre con los alumnos de procedencia asiática, que hace una década eran 236 y ahora, 352.

En cambio, a día de hoy hay menos alumnos procedentes del continente africano que en 2015, pasando de 875 a 861. La cifra oscila con los años, por lo que se trata de un dato relativamente estable, ya que el fenómeno migratorio desde África no ha crecido especialmente en los últimos años en Vigo y provincia. En cuanto al continente de Oceanía, su presencia en las aulas de Pontevedra es, sobre todo, anecdótica. Este 2025 son 8 alumnos los que provienen de Oceanía, tres menos que el año pasado (11). Hace una década, no había ni un solo alumno de esta procedencia en las aulas gallegas, como dato curioso.

Cabe destacar también la desigual evolución de la migración en las principales provincias gallegas. Mientras en 2015 tanto A Coruña como Pontevedra tenían un número similar de alumnos extranjeros (4.391 y 4.243 respectivamente), A Coruña triplicó su número de estudiantes de fuera de España en el mismo período de tiempo en el que Pontevedra lo duplicó (ahora suman 12.100 y 8.100 alumnos con nacionalidad extranjera, respectivamente).

Los colegios e institutos de Vigo tienen 29 aulas más gracias al impulso de la FP

El IGE publicó esta misma semana la relación de unidades educativas (esto es, aulas o grupos de clase) de toda la enseñanza no universitaria en Vigo. Gracias al impulso de la Formación Profesional, han crecido de 1.180 a 1.209 en apenas un año. Incluso en Educación Infantil y Primaria, de acuerdo con estos datos, hay más aulas que en 2024. Concretamente, 154 y 362 por las 150 y 349 que había al terminar el curso 23/24. Este aumento repentino –recientemente se confirmó que los colegios públicos perderían un aula de infantil con respecto al año pasado– se debe a que las aulas mixtas de Infantil y Primaria descendieron de 29 a 19 en apenas un curso, repartiéndose estas entre las unidades no mixtas, probablemente por un aumento de matrícula en centros que tenían que juntar a alumnado de diferentes cursos.

Además, pese a tener 209 estudiantes menos, la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) suma este curso 7 aulas más, pasando de 213 a 220. Bachillerato solamente tiene una unidad educativa más, subiendo de 114 a 115 y Educación Especial suma dos, de 18 a 20.

Es la Formación Profesional, que sigue en pleno auge, la que realmente tira hacia arriba de esta estadística. En especial, la FP para adultos, donde el grado medio pasa de 40 a 42 aulas y el grado superior, de 37 a 49 (12 más). En cuanto a la FP ordinaria, aunque el grado medio pierde dos unidades educativas (de 57 a 55), el grado superior sube de 115 a 122 (7 más) y la FP Básica gana una, de 18 a 19.

Así, a pesar de tener menos nacimientos que nunca (y bajando), Vigo suma 65 aulas más que hace una década con el foco muy puesto en la FP y la educación para adultos.