Vigo-Ourense por Fontefría: sin fecha para el arreglo
vigo
El corte del túnel de A Cañiza obliga a miles de conductores cada día al desvío por la carretera en malas condiciones y durante un tiempo indefinido
El cierre del túnel de la A-52 en sentido Vigo-Ourense se prolongará durante un tiempo, de momento sin fijar, a la espera de que los técnicos del Ministerio de Transportes tengan un resultado de la evaluación de daños por el incendio que se produjo esta semana en el interior, con un camión de transporte de coches.
Fuentes de la Subdelegación de Gobierno advirtieron de que las consecuencias fueron más graves de lo inicialmente esperado pero que no habrá un informe definitivo al menos hasta el lunes. Sólo entonces se sabrá cuánto tiempo durará la reparación y por tanto, cuándo se recuperará la circulación en su totalidad por la autovía Rías Baixas.
Igual que sucedió hace unos años (2013), en aquel caso por la reforma del interior de los subterráneos para adecuarlos a la normativa europea, desde este lunes, los viajeros que realizan el recorrido entre Vigo y Ourense están obligados a dar un rodeo utilizando la antigua carretera nacional 120, que atraviesa el alto de Fontefría y llega hasta A Cañiza, donde enlaza de nuevo con la A-52. Es un recorrido de 12 kilómetros muy sinuoso y complejo que supone añadir unos 20 minutos al viaje entre ambas ciudades, que hoy se resuelve en menos de una hora.
La vía, además, se encuentra en malas condiciones, con socavones y otros desperfectos, los propios de una carretera que apenas tiene tráfico local, frente a los 30.000 vehículos que usan de promedio al día la Autovía Rías Baixas. Otro problema añadido es que pasa por zonas donde hay todo tipo de animales, en especial, caballos, cabras y vacas, que por la baja intensidad e la circulación se han acostumbrado a pasar de un lado a otro. Es un peligro latente que se ha saldado con accidentes, de momento sólo con susto y daños materiales. A favor de los conductores se encuentra que en esta ocasión el cierre del túnel se produce en un momento de casi confinamiento, con los movimientos restringidos, lo que ha hecho caer en picado la circulación. Con todo, la presencia de vehículos pesados obliga a llevar con calma el tramo, donde no hay apenas espacios para adelantar. La presencia de patrullas de Tráfico era ayer visible.
Contenido patrocinado
También te puede interesar