Vigo se mira en el Archivo Pacheco en un nuevo libro

Vítor Vaqueiro reconstruye la historia íntegra y la colección de la familia Pacheco hasta el cierre del estudio de la calle del Príncipe

La Casa das Artes acoge el Archivo Pacheco en Vigo.
La Casa das Artes acoge el Archivo Pacheco en Vigo. | J.V. Landín

El escritor y especialista en fotografía Vítor Vaqueiro ha completado su nuevo libro sobre el Archivo Pacheco (que dirigió entre 2008 y 2011), uno de los fondos fotográficos más relevantes de Galicia, que documenta la vida urbana, social e industrial de Vigo durante buena parte del siglo XX. El autor ya ha entregado todo el material a la editorial, dando por concluida esta obra que promete ofrecer una visión inédita de la ciudad y de la trayectoria de los fotógrafos Pacheco.

Según explica Vaqueiro, el libro es una ampliación de la tesis doctoral que realizó hace casi treinta años, que estaba limitada al período 1909-1936 y al análisis de los Pacheco en publicaciones como “Vida Gallega” y “El Pueblo Gallego”. En esta ocasión, la obra abarca desde 1915 hasta 1991, año en que el archivo se vendió al Concello de Vigo, ofreciendo una reconstrucción completa de la historia física y documental del estudio.

El libro traza los orígenes del estudio fotográfico, iniciado por José dos Santos Pacheco, un fotógrafo portugués que se instaló en Ourense. Su hermano Jaime Pacheco se une a él y, más tarde, se muda a Vigo, donde forma sociedad con Cándida Otero, viuda del fotógrafo italiano Filippo Prosperi, consolidando el estudio en la calle Príncipe, donde permaneció durante ochenta años.

La obra de Vaqueiro se organiza en dos grandes bloques: uno biográfico e histórico y otro centrado en la producción fotográfica, incluyendo fotografía de estudio, documental y periodística. Entre las novedades del libro se incluyen imágenes hasta ahora desconocidas del Vigo de los años 60, como la construcción de la avenida de las Camelias, las viviendas militares o el desarrollo de la construcción naval moderna y las botaduras de barcos con nueva tecnología, mostrando una ciudad en plena transformación.

El autor subraya que, aunque el estudio deja de tener un papel central tras la muerte de Jaime Pacheco en 1954, el archivo conserva su relevancia histórica y cultural.

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