Vigo logra su Goya: “Fue como un gran flash, una explosión de adrenalina”

Vigo ya puede presumir de tener su cabezón, aunque no fue ni a la primera, ni a la segunda, ni tampoco a la tercera. Hubo que romper el refrán para que los vigueses Carlos Fernández de Vigo y Lorena Ares pudiesen levantar la estatuilla de los Goya el pasado sábado por la noche en Granada. Un premio a su esfuerzo, a la insistencia y a su calidad como creadores de animación audiovisual, un género complejo de realizar. Fueron premiados al Mejor Cortometraje de Animación con ‘Cafuné’, por delante de las obras ‘El cambio de rueda’ (Begoña Arostegui), ‘La mujer ilustrada’ (Isabel Herguera), ‘Lola, Lolita, Lolaza’ (Mabel Lozano) y ‘Wan’ (Víctor Monigote). 

“Creo que al escuchar el nombre de ‘Cafuné’ noté un ‘flash’. Fue una explosión de adrenalina”, aseguró Carlos Fernández, antes de poner rumbo a Navarra, ciudad donde reside con Lorena Ares. Sin embargo, sus raíces viguesas quedaron patentes en la forma de llevar una cuarta nominación a los Goya: con paciencia y ‘sentidiño’. “Mis orígenes vigueses me enseñaron que hay que prepararse para lo peor y esperar lo mejor”, señaló el codirector del cortometraje. 

En el desfile de camino al escenario, Fernández tuvo tiempo para pensar en qué supondrá este galardón para el trabajo audiovisual. “Es solo el principio. ‘Cafuné' llegará a más gente, tendrá más visibilidad y eso significa que todo el esfuerzo que hemos hecho mereció la pena. También pensé en el equipo y en lo gratificante que es que los compañeros de la Academia de Cine te reconozcan tu trabajo. Todo eso en unos pocos segundos”, aseguró Fernández, entre risas. 

Sin embargo, no hubo excesos en la celebración. No por ganas, tras pelear cuatro años por conquistar el ‘cabezón’ (tres de ellos de forma consecutiva), sino por cansancio: “La fiesta fue por la tarde. Luego, entre entrevistas post Goya y demás, se nos hizo las cinco de la mañana. No hubo mucha fiesta, pero sí celebración”. Su discurso fue preparado “por protocolo” porque en un acto tan relevante como los Goya “no quieres dejar nada a la improvisación, aunque me sienta cómodo. Pero quería que todo fuera compartido con Lorena y con todo el equipo, que allí nos acompañaba”.

Aprovecharon para agradecer el apoyo de las administraciones y empresas que les permitieron poder realizar el cortometraje. “Cuesta muchísimo hacer un corto. Financiar es muy complicado y más distribuirlo”, apuntaba Lorena Ares, con el ‘cabezón’ en la mano. Otro artista con mucha cultura viguesa como Antón Álvarez (C Tangana) cosechó dos estatuillas como Mejor Película Documental y Mejor Canción Original por la obra ‘La guitarra flamenca de Yerai Cortés’.

'Cafuné' fue la vencida para Fernández y Ares

"Ya tocaba", respiraba aliviado Carlos Fernández tras vencer con ‘Cafuné’ en los Goya. Era su cuarto cortometraje de animación nominado y reconoce que tuvo que hacer una labor psicológica con su equipo para que quedarse tan cerca del triunfo en anteriores ocasiones no pasase factura: “Hubo que hacer una gestión psicológica entre todos, porque llevamos tres años con proyectos muy importantes y ya fuimos reconocidos en Málaga y San Sebastián. El trabajo del equipo está siendo tremendo”. Por ello, tanto Fernández como Lorena Ares aseguran que “estábamos en un momento que si ganábamos, pues lo celebrábamos; y si no, pues también”.

Su primera nominación fue en 2019 con ‘Memorias de un hombre en pijama’. Luego, en 2022, fueron a los Goya con ‘Amanece la noche más larga’, sin éxito. ‘Hannah y los monstruos’, en 2023, tampoco consiguió el ‘cabezón’. Fue gracias a ‘Cafuné’, donde Alma, una niña solitaria, revive su traumático pasado cuando su muñeca cae a la piscina, arrastrándola al naufragio de la patera del que fue la única superviviente.