Vigo estrena su Auditorio fruto de la cooperación de administraciones y partidos

Feijóo destacó en su discurso que la cooperación entre las administraciones y los partidos políticos hizo posible la obra

La anhelada puesta de largo del Auditorio-Pazo de Congresos Mar de Vigo tuvo referencias constantes a la ciudad y su mar, durante un evento al que asistieron dos mil personas y que estuvo presidido por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; el alcalde, Abel Caballero; tres conselleiros; el delegado del Gobierno, Antón Louro; la delegada de la Xunta en Vigo, Lucía Molares; la presidenta de la Autoridad Portuaria; el presidente de Novacaixagalicia, Julio Fernández Gayoso o el de Sacyr, Luis del Rivero, entre otras numerosas personalidades políticas, empresariales, culturales y sociales de la ciudad.

Publicado: 27 mar 2011 - 13:43 Actualizado: 10 feb 2014 - 12:38

El auditorio 'Mar de Vigo' se llenó de público en el acto de inauguración, que estuvo presidido por Alberto Núñez Feijóo. Foto: Nuria Currás
El auditorio 'Mar de Vigo' se llenó de público en el acto de inauguración, que estuvo presidido por Alberto Núñez Feijóo. Foto: Nuria Currás

Tras once años de espera, llegó el estreno del Auditorio que, como reconoció Alberto Núñez Feijóo, no habría sido posible sin la colaboración entre las diferentes administraciones y entre los partidos políticos. “Vigo es una razón poderosa para que tres administraciones gallegas diferentes, cuatro gobiernos municipales y tres partidos nos hayamos unido”, señaló el presidente gallego en un discurso conciliador que reflejó el sentir de los presentes.

Así, las condiciones meteorológicas no consiguieron deslucir una inauguración que consiguió reunir por primera vez en semanas al presidente de la Xunta y al alcalde, esquivos en los últimos actos celebrados en la ciudad, aunque tan sólo de cara a la galería ya que mientras los populares aguardaban a la intemperie la llegada de los conselleiros y de Feijóo, los socialistas acompañaban a Caballero en el interior del vestíbulo. Alrededor de ellos, representantes del mundo de la política, la cultura y el sector empresarial.

Tras las actuaciones de Maniotas y la soprano soprano viguesa Begoña Salgueiro, ya en el interior del auditorio, llegó el turno de los discursos protocolarios, que abrió el presidente de la empresa concesionaria, Fernando Rodríguez-Avial, que dijo estar orgulloso de haber logrado “un conjunto emblemático para Vigo y Galicia”. “Todo el mundo es consciente de la profesionalidad y buena voluntad de todas las partes implicadas, sin las que esto no hubiese sido posible”, añadió también conciliador el empresario, que aprovechó su discurso para abogar por la continuidad de Novacaixagalicia, una de las entidades que colaboraron en el proyecto.

Continuó Abel Caballero con evocaciones a Martín Códax y al esfuerzo realizado por la ciudad para tener un Auditorio. “Aquí es donde comenzó todo y donde Vigo vuelve a reinventarse”, señaló el socialista, que aprovechó su intervención para adjudicar el mérito de la obra al gobierno local actual. “Tuvimos que multiplicar esfuerzos para sacarlo adelante hace cuatro años porque no había nada”, dijo.

Más comedido, el presidente de la Xunta hizo hincapié en que fue la colaboración entre las administraciones la que, a lo largo de los últimos once años, permitió que la obra se convirtiese en una realidad.

Feijóo mencionó a sus antecesores en el cargo –Fraga y Touriño– y también a Príncipe, Castrillo y Porro, los predecesores de Caballero en la Alcaldía de Vigo, para remarcar que “el proyecto partió de la cultura de la cooperación”.

Fue el propio presidente de la Xunta el que presentó a Luz Casal, que ofreció un breve pero emotivo “aperitivo” –como ella misma indicó–de su concierto de esta noche.

Fue de nuevo en el vestíbulo, desde el cual el público vio como durante un minuto el Auditorio-Pazo de Congresos se sumaba a la iniciativa ecologista de WWF de “La hora del planeta” apagando sus luces para, acto seguido, iluminarse a través de los fuegos artificiales que se desplegaron sobre el puerto y que dejaron sin palabras a los asistentes.

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