“Si Vigo es la ciudad de la oliva, Beade es la parroquia de la cereza”

Si Vigo cuenta con un símbolo como el olivo, ubicado en el Paseo de Alfonso XII, a Beade también le pertenece una identidad propia. También redonda, aunque algo más encarnada que una oliva. La 37 edición de la Festa da Cereixa se desipió ayer con su día grande, con más venta de cajas (a 6,5 euros el kilo) y degustación gratuita, el pregón oficializado por el actor de doblaje beadense Uxío Couto y la entrega de la Cereixa de Ouro. En esta ocasión, por partida doble.

La música de pasacalles a cargo de la Banda de cornetas, gaitas y tambores “Ría de Vigo”, nacida en Beade, daba el pistoletazo de salida a un evento que marca para los locales el inicio del verano y el buen tiempo. Una música que continuó en el Auditorio del Centro Cultural con la orquesta infantil y juvenil Kv2211, que entonaron canciones de grupos como AC/DC, Coldplay o Europe con sus violonchelos. Todo bajo la presencia de 200 asistentes y de autoridades como el alcalde de Vigo, Abel Caballero, la vicepresidenta de la Diputación, Luisa Sánchez, el Delegado de Zona Franca, David Regades o la Delegada de la Xunta en Vigo, Ana Ortiz.

En el pregón, Uxío Couto, realizó un pequeño homenaje a los mayores “que nos hicieron llegar hasta aquí, por eso los honraremos siempre”, sin olvidar el futuro de una nueva generación que “nos llena de alegría” y ensalzando al fruto “exquisito que ya representa para los beadenses un símbolo, porque si Vigo es la ciudad de la oliva, Beade es la parroquia de la cereza". Tras la entrega de premios a las mejores elaboraciones, pasteles y carteles infantiles que giran en torno al manjar encarnado, el presidente del Centro Cultural Social y Recreativo de Beade, Antonio Villar, y su director, Fabián Bastos, entregaron las Cerezas de Ouro a los beadenses Emilio Seco, presidente de la Mancomunidad de Montes de Beade, y a José Miguel Fernández, activo en varias asociaciones de la parroquia como La Asociación de Vecinos o la Comisión de Fiestas de Santa Ana.

Para clausurar el acto, la vicepresidenta de la Diputación, Luisa Sánchez, puso en valor la longevidad de la festividad beadense, asegurando que con iniciativas como esta “son extraordinarias para que la tradición siga existiendo”, con una labor de todos los vecinos “muy importante, por eso no es casualidad que se lleven 37 años y se merece que tengan una cantera de jóvenes detrás de esta fiesta”. Por su parte, el alcalde Abel Caballero ensalzó los valores propios de cada parroquia, afirmando que Beade “destaca de una forma especial". Como dicta la tradición, la festividad finalizó con el lanzamiento de pepitas de cereza e incitando al relevo generacional para la edición número 38.