Vigo despliega 40 kilómetros de fibra óptica para la ciudad inteligente

Esta nueva infraestructura digital busca mejorar la calidad de vida a través del análisis de datos en tiempo real

Los sensores y el código QR instalados en el espacio inteligente del ascensor Halo, situado en Serafín Avendaño.
Los sensores y el código QR instalados en el espacio inteligente del ascensor Halo, situado en Serafín Avendaño.

Vigo continúa dando pasos para convertirse en una ‘ciudad inteligente’. Para ello, el Concello dispone ya de una red propia de fibra óptica, es decir, de internet de alta velocidad, de más de 40 kilómetros que se ha desplegado durante la última década y que conecta una parte importante de las instalaciones municipales. Esta red pública, aún en proceso de despliegue para seguir creciendo, sigue una arquitectura de estrella por el área metropolitana del municipio con más de 40 sedes ya conectadas, aprovechando en gran parte las canalizaciones semafóricas municipales.

La red permitirá dar soporte a iniciativas como el programa de Edificios Inteligentes, cuya asistencia técnica se encuentra en estos momentos en licitación por el Concello por 72.600 euros. Se trata de solo una parte de un proyecto en el que el Gobierno invertirá 4,6 millones para integrar edificios de Vigo en la red municipal para que aporten datos e información en tiempo real. De esta forma, se podrán conocer en todo momento los niveles de contaminación atmosférica, acústica o del agua; información meteorológica como velocidad del viento, temperatura, humedad o pluviometría; consumos de energía o agua; así como la afluencia en espacios públicos.

Toda esta información se transmite a través de la red de fibra óptica del Concello y se centraliza en la plataforma ‘Vigo Ciudad Inteligente VCI+’, que a su vez ofrece nuevos servicios a la ciudadanía a través de la aplicación móvil de la ciudad.

Según el proyecto de Edificios Inteligentes, esta nueva infraestructura digital permitirá evaluar la calidad de vida de los ciudadanos a través de los datos para tomar acciones que permitan mejorarla. Uno de los casos de uso será la detección de fugas en la red pública de agua de forma automática a partir de los sensores instalados en la distribución de los edificios para actuar lo antes posible para solventarlas. También permitirá analizar de forma inteligente el consumo de agua o energía en edificios, detectar picos no justificados o bonificar a los usuarios más concienciados que hagan un uso más eficiente.

El programa contempla realizar analíticas de mercancías en el entorno portuario, ayudando a crear rutas específicas de entrada y salida de vehículos, asegurando la trazabilidad de la última milla. El Concello también se marca como objetivo crear mapas de la calidad del aire, del agua, de la radiación solar o de los niveles de ruido en tiempo real.

A su vez, se podría desarrollar un sistema transporte público a demanda por medio de los datos obtenidos de aquellos edificios que se constituyen en el proyecto como foco de entrada y salida de personas. Finalmente, el proyecto contempla utilizar la información que facilitará al Concello para mejorar la gestión de la movilidad, seguridad o limpieza en eventos, medir la ocupación en edificios y espacios públicos así como gestionar de la forma más eficiente los recursos de la ciudad para hacer frente a la afluencia de visitantes.

Datos de 172 edificios públicos, comercios, viviendas o industria

El programa de Edificios Inteligentes prevé conectar hasta 172 inmuebles de Vigo. El proyecto señala que la complejidad del territorio para su implantación viene determinada por una estructura periurbana formada por las 17 parroquias del municipio, con valores de alta densidad de población, que hace necesario que el proyecto integre a través de una “red de nodos eficiente” la dispersión del ámbito municipal.

Entre los inmuebles seleccionados por el Concello para participar en el programa hay más de 60 destinados al uso educativo, 24 del ámbito deportivo, una veintena de atención ciudadana, otros tantos de usos culturales, más de una decena de comercios, ocho infraestructuras de transporte, 6 bloques de viviendas plurifamiliares, 5 infraestructuras de transporte, 4 edificios industriales o 3 hoteles.

Espacios abiertos conectados y accesibles a los ciudadanos

El Concello no solo está impulsando la conexión de edificios a través de su red de fibra óptica, sino que también está apostando por los espacios públicos inteligentes. Puntos de la ciudad en los que se están empezando a instalar una serie de sensores conectados que transmiten datos en tiempo real al Ayuntamiento.

Además, la información que proporcionan estos sensores no solo se utiliza de forma técnica por el gobierno local, sino que es accesible para toda la ciudadanía. Situados en postes de altura similar a una farola o un semáforo, se instalan acompañados de un código QR que se puede escanear con el móvil. Así sucede ya en puntos como la Gran Vía, a la altura del cruce con la calle Bolivia, o el nuevo ascensor Halo, en el acceso desde Serafín Avendaño.

Estos códigos QR redirigen a una plataforma web en la que se recogen indicadores en tiempo real de la sensación térmica, la temperatura de la calzada, los niveles de ruido, la calidad del aire, la cantidad de sombra o la radiación solar. Además, da información sobre la proximidad de espacios verdes, el nivel de arboleda o la densidad de la vegetación. También permite a los ciudadanos informar sobre cualquier problema en la zona directamente al Concello.

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