Vigo cautiva a los erasmus

Los estudiantes extranjeros llegan a la ciudad atraídos por la calidez de los vigueses y las playas

Seis alumnos de Erasmus de la Universidad posan ante el Concello y cuentan sus experiencias en Vigo.
Seis alumnos de Erasmus de la Universidad posan ante el Concello y cuentan sus experiencias en Vigo.

El campus de Vigo acoge durante este cuatrimestre a 226 estudiantes extranjeros que disfrutan de becas de movilidad en la UVigo. Aunque las cifras todavía no llegan a las anteriores a la pandemia, cada año son más los jóvenes que llegan atraídos por el buen tiempo, las playas o la calidez de sus habitantes. Tanto que algunos planean incluso quedarse otro año más, como mínimo.

Es el caso, por ejemplo, de Aniz Gezici. Este estudiante turco de 29 años, procedente de la localidad de Izmir, afronta su segunda experiencia Erasmus –la primera había sido en Ourense hace 7 años, y de apenas un cuatrimestre– y afirma que quiere quedarse “por mucho tiempo” en Vigo. Por lo pronto, terminará aquí sus estudios de español e intentará entrar el año que viene en uno de los másteres de la UVigo.

A este joven otomano le encanta “prácticamente todo” de la ciudad… excepto las cuestas y el servicio de autobús, como reconoce entre risas. Además, aprovechará su estancia para viajar por toda España. “Tengo amigos cercanos viviendo aquí y planeo viajar por todo el país a ver partidos de fútbol y aprender sobre la cultura”, indica. También confiesa estar encantado con la propia universidad: “En Turquía somos más de 100 alumnos en cada clase, aquí los profesores te conocen por tu nombre”.

Desde la ciudad de Gliwice, en Polonia, llegó Katarzyna Serafin. Esta joven de 20 años ya conocía España, pero nunca había visitado el norte, por lo que no se lo pensó cuando vio Vigo en el listado de universidades con las que hacer la movilidad. “No estoy acostumbrada a vivir en una ciudad tan grande como esta, pero me encanta que todo lo que necesito está cerca”, explica. A Katarzyna, o Kasia, como la conocen sus compañeros, le entusiasma también la posibilidad de ir a la playa cuando se le antoje al estar a pocos minutos de la ciudad, en especial, las Cíes: “Hicimos un viaje con la asociación ESN (Erasmus Student Network, que ayuda a los estudiantes extranjeros) y me encantaron, son como las Maldivas europeas”. Durante su estancia en Vigo, una de las ilusiones de Kasia es hacer el camino de Santiago, “para encontrarme a mí misma”, y conocer a gente nueva durante la aventura.

Aunque es francés de nacimiento, Christian Dossou habla español casi a la perfección. A sus 21 años, es su primera vez en España y no dudó en escoger Vigo como su destino de erasmus: “Busqué ESN Vigo en Instagram y me llamó mucho la atención todas las actividades que organizaban para nosotros”, apunta. Además, Vigo tiene otro detalle muy importante para este joven procedente de Tours, una localidad en el centro de Francia: “Las playas”, reconoce entre risas. Chris, como le gusta que le llamen, estudia Derecho y Lenguas Extranjeras en el campus. “Los profesores son muy amables con nosotros y nos hemos integrado muy bien”, señala. Además, reconoce que, tras mes y medio en la ciudad, le han acabado gustando las cuestas: “A veces aprovecho para hacer deporte mientras vuelvo a casa de una fiesta”, bromea.

Del otro lado del océano llegó Domenica Pauta, una joven de 21 años procedente de Cuenca (Ecuador). Quería venir a España y su universidad sólo le daba a elegir entre Madrid y Vigo, por lo que eligió esta al ser “un poco más pequeña”, así podía conocerla más en profundidad “y convivir más con la gente”. Estudiante de Economía, Domenica indica que Vigo se parece mucho a su ciudad natal y que le encantó el recorrido en el bus turístico. “Quiero conocerla entera, de pies a cabeza”, indica sobre Vigo. Además, planea aprovechar su estancia aquí para recorrer el resto de España y visitar otros países cercanos: “En Sudamérica es mucho más costoso viajar a Europa”, comenta. A Domenica le encanta el campus, pero le parece “muy caótico” el transporte urbano para llegar allí.

“Sólo estaré aquí unos meses, pero volveré seguro”

Peter Jeck es un estudiante de Relaciones Internacionales y Derecho de 20 años procedente de Eslovaquia que siempre tuvo claro que quería irse de Erasmus. A la hora de elegir, siguió el consejo de uno de sus amigos y escogió Vigo, que conocía gracias al Celta, ya que es un gran aficionado al fútbol. “Ahora que llevo aquí un mes, y ha sido fantástico, puedo decir que adoro esta ciudad”, explica Peter. Sus lugares favoritos son el Casco Vello, O Castro y el Puerto.

Una de las mayores diferencias con su país natal es, sin duda “el estilo de vida”. Peter explica que aquí la gente “es mucho más tranquila y no se estresa o preocupa por todo, vive la vida”. En cuanto a sus clases en la universidad, asegura que ha conocido a “mucha gente interesante” y que se diferencia mucho de Eslovaquia, donde “los profesores son más estrictos y nos pasamos todo el día en la facultad”.

De su breve paso por Vigo destaca, sobre todo, la gente de ESN: “Son lo mejor de esta experiencia. Sin ellos, no habría sido lo mismo”. Peter señala que no sólo le han ayudado en todo lo que necesitaba, sino que también organizaron muchas actividades “diferentes y divertidas”.

Visitar Portugal o ir a varios partidos de la Liga son sólo algunos de los planes que tiene para estos pocos meses. Eso sí, Peter tiene una cosa clara: “Volveré seguro, esta no será mi última visita aquí”.

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