Vigo, alejada del rural en la provincia: rutas escasas y transporte lento

Vivir fuera de la urbe

Las conexiones por carretera con los municipios de menos de 3.000 habitantes apenas llegan a los dos al día

Imagen ayer del autobús que hace la ruta Vigo Ponteareas Arbo Crecente.
Imagen ayer del autobús que hace la ruta Vigo Ponteareas Arbo Crecente. | Vicente Alonso

Vigo falla en la conexión con la Galicia vaciada. La movilidad a través de autobuses es, a grandes rasgos, escasa y lenta, con pocas frecuencias y tiempos mucho más demorados que al usar el vehículo particular. Pese a ello, existe la posibilidad de conectar de forma directa con municipios de poca población a menos de 100 kilómetros de Vigo. Más allá, en zonas fronterizas, es necesario utilizar transbordos y tener mucha paciencia. De los doce municipios de menos de 3.000 habitantes de la provincia, Vigo conecta directamente con nueve. Solo necesita transbordo para Dozón, Campo Lameiro y Rodeiro.

Trasladarse a municipios como Dozón, Fornelos de Montes o Crecente puede ser complicado. El más pequeño, Mondariz-Balneario (637 habitantes), tiene conexiones frecuentes con tres servicios diarios de apenas una hora. La cercanía ayuda, con apenas 35 kilómetros de distancia. Otro municipio, Pazos de Borbén, cuenta con dos rutas diarias, pero solo en días hábiles. También hay conexión directa con municipios como Arbo, Fornelos de Montes o Agolada, aunque con viajes largos (entre una hora y media y dos horas y cuarto).

Covelo y Crecente solo tienen un autobús directo diario. En Crecente, además, es un servicio bajo demanda y solo de jueves a domingo. Para Covelo (2.300 habitantes) solo existen dos rutas diarias pese a su cercanía (50 km). Hay opción de enlazar autobuses en Ponteareas y Mondariz, pero el viaje puede alargarse más de cuatro horas.

A partir de ahí, la dificultad aumenta para otros municipios rurales. Viajar a Dozón requiere transbordo en Lalín y solo se puede hacer una vez al día. A Campo Lameiro se accede pasando por Pontevedra y solo con tres servicios diarios. Llegar a Vila de Cruces, Rodeiro o Silleda desde Vigo implica largos viajes: más de tres horas y varios transbordos, a veces tanto como viajar a Lugo o incluso menos que ir a A Coruña.

Ampliar horizontes en la Galicia vaciada, solo posible con transbordo en A Coruña

Si ya es complicado viajar por la provincia, más lo es por el rural gallego. Los municipios menos habitados de A Coruña, como Somozas o Cerdido, requieren paciencia: dos autobuses y un trayecto en el tren Feve en el primer caso, o largos viajes de más de cinco horas en el segundo. Solo existe conexión directa desde Vigo a Ferrol, Santiago y A Coruña.

En Ourense la movilidad es aún más difícil. Para ir a A Teixeira (315 habitantes) hacen falta tres autobuses, caminar cuatro kilómetros y casi diez horas de trayecto. Para Beade se necesitan tres autobuses y casi cuatro horas. En Larouco, el viaje también implica tres autobuses y tres horas y media. Vigo tiene conexión directa solo con Ourense, Ribadavia y Melón. A A Gudiña sí llega el tren directo Vigo-Madrid, aunque haciendo rodeo por Santiago.

La odisea A Negueira de Muñiz con más de 16 horas

Un viaje eterno. Llegar a Negueira de Muñiz (215 habitantes), el municipio menos poblado de Galicia, es una auténtica odisea. Hace falta combinar varios trenes, autobuses y caminar, posiblemente haciendo noche. Para Ribeira de Piquín, solo hay transporte tres días a la semana, y para llegar a Muras es necesario pasar por Santiago, Lugo y Vilalba.

La compañía Monbus ha estrenado una conexión rápida y directa entre Vigo y Lugo los viernes y domingos, que permitirá ahorrar hasta una hora de trayecto respecto al servicio habitual.

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