Vigo abre entre Lepanto y la AP-9 el primer túnel urbano en más de 20 años

El túnel de Lepanto, que conecta el centro de la ciudad con la AP-9, se abrió ayer a la circulación a las 11 de la mañana, la inauguración del primer paso subterráneo urbano en Vigo en más de 20 años. El túnel tiene 250 metros de largo y un tramo en superficie en la conexión con la autopista, presenta una pendiente destacada y servirá para “dar calidad, seguridad y rapidez al tráfico”, según destacó Abel Caballero.

Se trató de la primera inauguración de un nuevo túnel en Vigo desde el año 1996, en el que se abrió el subterráneo de As Avenidas, aunque fue ampliado varios años después más allá de la paellera para facilitar la conexión con la autopista, el resto de los pasos subterráneos urbanos en la ciudad entraron en funcionamiento entre el año 1991 y 1995.

El propio alcalde, junto a varios concejales de su gobierno, se encargó ayer de abrir la barrera situada a la entrada de esta nueva infraestructura para permitir el paso a los vehículos al subterráneo, con una velocidad limitada a 30 kilómetros por hora. En su interior el túnel destaca por su luminosidad y el uso de colores blancos.

La construcción del subterráneo requirió la instalación de 356 pilotes, con una longitud total de 2,5 kilómetros y se emplearon más de 280.000 kilos de acero para conformar el armado del hormigón de la obra. Si bien la obra ya se ha completado, en el entorno todavía no hay señalización que indique que el túnel conduce hacia la autopista, lo que podría llegar a producir confusión entre conductores de la zona ante la proximidad al parking de Vialia.

Con la puesta en funcionamiento del túnel de Lepanto, el gobierno municipal continuará con la limpieza de las zonas verdes y la obra del Halo, que requerirá el cierre del túnel, aproximadamente desde 15 de febrero a 15 de marzo. Al finalizar estos trabajos, el túnel quedará abierto de manera permanente. Siendo “completamente autónomo”, conecta la ciudad con la autopista formando parte del “complejo sistema de comunicaciones” en el entorno de la estación de Urzaiz donde habrá otro túnel que conduce desde la autopista a los aparcamientos de Vialia.

El presupuesto total de la obra ascendió a 24,6 millones de euros, de los que Transportes aportó el 70%, unos 17,2 millones, el Concello el 15,4% con 3,77 millones y la Xunta otros 3,4 millones de euros, otro 15%, aunque Abel Caballero criticó que la aportación de fondos propios del Gobierno gallego fue de 720.000 euros y el montante restante fue una asignación de fondos europeos.

“El principal financiador es Adif, hay dos financiadores importantes que son el Ayuntamiento y los fondos europeos y la participación muy menor de la Xunta”. Por su parte, la delegada Marta Fernández-Tapias lamentó que Caballero, recurrió a la “mentira” tras estas declaraciones. “Lejos de destacar el entendimiento que hubo entre tres administraciones como ejemplo para avanzar en servicios a la ciudad, el alcalde intenta engañar a los ciudadanos”, señaló la representante autonómica.

Caballero destaca que cuenta con “el mayor nivel de seguridad”

Abel Caballero destacó que este nuevo subterráneo que abrió ayer a la circulación está dotado de un equipamiento completo “en el mayor nivel de seguridad de un túnel en estos momentos” para alertar de accidentes, prevenir y extinguir incendios a través de detectores de gases, puertas cortafuegos y un aljibe de 120 metros cúbicos así como sistemas y de comunicación y ventilación. El control de todas las instalaciones se realiza desde la sala de control de tráfico del Concello las 24 horas del día, disponiendo en toda su extensión de cámaras de vigilancia que graban las 24 horas del día, todos los días del año, bajo la supervisión legal de la Sala de Tráfico y de la Policía Local.