Vigías de los barcos de recreo en Vigo: “Fue una actuación inmediata”

Son contadas las ocasiones en las que el puerto deportivo del Real Club Náutico ha tenido que activar su protocolo interno de emergencias por un incendio. El propio gerente, Ignacio Cao, asegura que “hubo uno hace bastantes años, pero no es nada habitual”. Aun así, el engranaje de seguridad en este recinto portuario está siempre preparado para ponerse en marcha, como ocurrió el pasado martes.

“Fue sobre las ocho de la mañana, durante la primera ronda de vigilancia”, explica David, el contramaestre, que coordinó, junto con el gerente, el dispositivo de actuación. El marinero encargado de la labor “se percató de que había humo en una de las embarcaciones y dio aviso. Fue una actuación inmediata”, señala.

Primero se llamó a emergencias, “y mientras llegaban los bomberos, el propio marinero con uno de los extintores que tenemos comenzó a sofocar las llamas, al tiempo que se desconectaba el barco”. “En apenas diez minutos, los efectivos contra incendios estaban aquí”, añade Cao, encargado de “avisar a la Autoridad Portuaria y a Salvamento Marítimo por si hiciera falta”.

Por su parte, el contramaestre “daba las instrucciones a los bomberos para facilitarles el camino hasta donde se encontraba la embarcación y ya teníamos preparada una balsa” en caso de que fuera necesario intervenir desde el mar. No fue el caso, “desde el principio estuvo todo bajo control y el fuego quedó extinguido con rapidez, evitando que las llamas pudieran propagarse a otras embarcaciones”, añade el gerente.

Ignacio Cao remarca que “el camión de bomberos pudo llegar sin problemas, pero además había una coordinación total con Autoridad Portuaria y Salvamento Marítimo”. Según afirma, “nuestro servicio de vigilancia constante es fundamental para actuar en situaciones de riesgo”.

El Club Náutico cuenta con un servicio de marinería que “realiza rondas por la mañana, tarde y noche”, incide el contramaestre, con lo que “si ocurre algo, estamos preparados para detectarlo y actuar”.

La embarcación afectada, de bandera británica, es una de las que tiene atraque en el puerto, no es de tránsito, por lo que en el momento del conato no había nadie en su interior. “En las que vienen de paso todavía es más sencillo detectar la emergencia porque en ellas hay viajeros que pueden dar la voz de alarma en caso de que ocurriera un incidente de estas características”.

El “Braveheart”, donde se originó el incendio cuyas causas todavía están en fase de averiguación, sufrió algunos daños todavía por evaluar. Tanto el gerente como el contramaestre quisieron resaltar la buena “colaboración y coordinación” entre el personal del Club Náutico y los servicios de emergencia, que actuaron con “gran profesionalidad” restando consecuencias negativas a uno de los incidentes más temidos en este tipo de instalaciones.

Tras extinguirse por completo el fuego, “todavía, los efectivos estuvieron un tiempo para ventilar la embarcación debido al humo”, explica David. La intervención se completó con la inspección posterior de Medio Ambiente, “que certificó que no hubo ningún tipo de derrame al mar”, afirmó el gerente.

Poco después de desactivarse el protocolo interno de emergencias, el puerto deportivo recuperó la total normalidad. “Realmente fue todo tan rápido y efectivo, que no tuvo apenas consecuencias”.

Cada uno, en su papel, desde el marinero, hasta el contramaestre y el gerente sabían lo que tenían que hacer, confirmando que el Club Náutico está preparado para mantener seguros los barcos deportivos y de recreo que atracan en sus pantalanes en pleno corazón de la ciudad.