La víctima fue enterrada en la intimidad pero con un funeral multitudinario

El cadáver había estado en manos de los forenses que, tras hacerle una primera autopsia, llevaron a cabo otras pruebas lo que prolongó la espera para poder llevar a cabo el sepelio.

Al entierro apenas acudieron unos cuantos vecinos, más allegados, y todos los hijos de la víctima a excepción del pequeño, detenido por los hechos.

El funeral se celebró ayer por la tarde sobre las seis en la iglesia de la parroquia y a él sí acudieron numerosos vecinos en lo que fue un funeral multitudinario, según explicaron asistentes al mismo.

Testimonios recogidos insistían en que lo ocurrido fue una auténtica tragedia y lamentaban que la detención del hijo menor, al que consideraban una persona tranquila y nada violenta.

La familia enterraba al fallecido en el mismo cementerio donde apenas tres meses atrás llevaban los restos de su mujer, quien había muerto tras varios años de enfermedad.n